
Ey querid@ lector/a linguófil@, ¿cómo va la cosa? En esta entrada voy a hablar de unos 5 errores comunes al aprender un idioma: ¿crees no cometer ninguno? Hmmm primero lee, luego lo comentamos.
Como suele pasar, yo he caído en buena parte de ellos reiteradas veces, antes de volver a la senda correcta. El problema es que en academias de idiomas y universidades, los idiomas se suelen enseñar en un modo que beneficia a todos los actores involucrados, salvo al estudiante.
No es de extrañar que cada uno intente sacarse las castañas del fuego por su cuenta, pero en hacerlo, es inevitable caer en el error e igual quedarse allí durante mucho, demasiado tiempo.
Aprendamos de la experiencia de los demás, y veamos cuáles son estos 5 errores.
Índice
#1 Usar mal las tecnologías
Los ingenieros de Facebook, Instagram, Whatsapp y [inserta red social] han llevado a cabo una excelente labor.
Nos han hecho creer que venían a mejorarnos la vida. Acercarnos a los demás, compartir buenos momentos, acceder a la información que nos interesa. Pero en realidad, nos han apestado. Si te parece descarnado el análisis, piénsalo bien.
Aprovechándose de las debilidades humanas, nos han convertido en zombis incapaces de vivir sin redes ni cacharros tecnológicos. Enganchados a las pantallas táctiles de día y de noche. Ansiosos y agresivos. 😥😠
No nos han informado ni acercado.

Nos han transformado en yonkis de los Me Gusta, que se deprimen cuando ven la glamurosa vida de los demás y sin poder resistirse a fisgonear en lo que la gente publica. Un círculo vicioso. Los medios de comunicación no han perdido la oportunidad de subirse al tren.
Titulares como No te vas a creer lo que Fulano le ha twiteado a Pepito… abundan incluso en la prensa que consideraríamos seria. Sí, sí, me lo voy a creer, así que parad con tanto titular clickbait. No solo es el humor que empeora, sino también la caída de la capacidad de concentración.
Lo estoy experimentando en mi vida. Podía leer decenas de páginas de El Señor De Los Anillos en inglés hace pocos años. Ahora me cuesta mantener la atención por dos minutos seguidos.
A los veinte segundos me sobreviene un microataque de ansiedad, que me lleva a controlar qué importantísimos Whatsapp habré recibido, darle el refrescar al buzón de correo y dar una vuelta por toda App que tengo instalada. Si no somos capaces de concentrarnos, no somos capaces de aprender idiomas.
Para llegar a dominar un idioma, por un lado hay que integrarlo en tu vida; por el otro, hay que estudiarlo.
Recurrir a eBooks, ordenadores y móviles puede ayudar mucho; pero si eres de los que con un cachivache digital no sabe resistirse a la tentación de gandulear, ponle remedio y hazte con material analógico.
Un método de los de toda la vida, un manual, un diccionario en papel, bolígrafo y rotuladores, bloc de notas, reproductor CD, y adelante. Hay más ventajas aún en aprender así, y te las explico dentro de poco.
Diez razones para borrar tus redes sociales de inmediato de Jaron Lanier: un libro que deberías leer a la mayor brevedad, sobre todo si crees que no hay tanto peligro.
Superficiales: ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes? de Nicholas Carr: ídem. Después de leer esto, guardarás tus gadgets con el mismo recelo del veneno para ratas. |
#2 Usar mucho material virtual y poco físico
La transición del impreso al virtual parece imparable. Es innegable que la pantalla electrónica gana al papel en múltiples aspectos:
- Soportes más ligeros (una enciclopedia de diez mil páginas cabe en una tableta)
- Facilidad de búsqueda de la información y de uso
- Rapidez
Durante años, nos hemos deshecho en alabanza hacia los países nórdicos, los primeros en abolir los anticuados tomos de papel en favor de portátiles y eReaders. Solo que, claro, en ese momento no nos sabíamos todo el cuento.
¿Qué cuento? Que los mecanismos del aprendizaje funcionan de manera diferentes cuando se emplean soportes electrónicos.
Diferentes, y peores en varios sentidos. Las evidencias empiezan a ser abundantes de efectos negativos como:
- La implicación cerebral es menor, se es más distraídos
- El traslado de la información de memoria a corto plazo a memoria a largo plazo es ineficiente
- Se desaprovecha la coordinación visomotora y la motricidad, muy explotadas con soportes físicos y escritura manual
No es casualidad que hoy, en los mismos países nórdicos, están volviendo a lo antiguo. Yo, que no soy ningún early adopter, acabé por hacerme tabletas, eReaders, Apps para móvil y demás; sin embargo, al cabo de un tiempo, vi que no eran todas ventajas.
En un eReader, con un diccionario instalado, puedes buscar en un segundo una palabra. Una vez que te acostumbras, volver a leer un libro en papel en otra lengua, te parece un incordio.
Dejar el libro, agarrar el diccionario, buscar dicha palabra, dejar el diccionario, retomar el libro, anotar su significado en tu lengua materna, retomar la lectura.
Una faena de un minuto reducida a tres segundos, en un eReader. Multíplicalo por algunas centenares de veces a lo largo del libro entero: verás que con el eReader, te ahorras mucho tiempo.

Pero, ¿ahorras tiempo realmente? Hay que matizar.
Si tenía que escribir un informe o memorizar la información por trabajo, tenía que volver sobre el texto porque… recordaba poco.
La cosa me pareció extraña. Intenté monitorizar el modo en que mi cabeza procesaba la información.
Pues, retenía más al emplear un soporte de papel. ¿Descarto ahora todo soporte electrónico? No. Recurro a él si:
- un material concreto solo es disponible en formato electrónico,
- puedo permitirme una lectura más superficial,
- me gusta(se) trabajar con flashcards, para suplir a mi menor actividad neuronal.
Leer es una excelente manera de adquirir vocabulario.
Hazlo con libros físicos o virtuales: solo sé consciente de las diferencias cognitivas y adopta las contramedidas adecuadas.
#3 No aprender a escribir a mano
Por una vez, me inclino más hacia las academias acartonadas que hacia los poliglotas autodidactas.
¿Por qué? Porque una parte de los autodidactas toman derroteros peligrosos.
Aprender a escribir es fundamental para aprender un idioma. Deja que me explique.
Si aprendes una lengua que emplea el alfabeto latino, este error no se va a dar: si estás leyendo esta entrada, es evidente que dominas dicho alfabeto.

La cosa es distinta si tienes que familiarizarte con otro sistema de escritura.
Persa, árabe, hebreo; tailandés, georgiano, armenio; chino, japonés, coreano; griego, amazigh, siriaco…
Bienvenido en el mundo más-allá-del-latino 😀
Intento aclararlo con un ejemplo: el persa. Se escribe de derecha a izquierda y emplea un alfabeto árabe ligeramente modificado, que se compone de 32 letras.
Este alfabeto persa-arábigo es completo: consonantes y vocales. Pero hay trampa: solo las vocales largas se escriben, las breves casi nunca.
Casi todas las letras tienen cuatro formas, según si están al principio de la palabra, en medio, al final o aisladas.
La manera de ligar las letras de una palabra, y de enlazar palabra tras palabra para formar una frase, es una competencia clave que debes desarrollar si quieres aprender persa.
Hay que hacerlo incluso si posteriormente no escribirás mucho a mano. Ordenadores y móviles agilizan la faena, sin duda:

Con procesadores de texto y Apps de todo tipo, podrías ver como al presionar las teclas, las letras se ligan de forma automática.
Esto es Whatsapp con el persa:
Puedes instalar una cantidad de idiomas, y pasar de uno a otro dentro de la App simplemente deslizando el dedo en la barra espaciadora, donde la flecha roja.
Son herramientas potentes, pero no pueden sustituir el inmenso valor didáctico de la escritura a mano.
Me rebaten a veces: pero si yo solo quiero viajar a Isfahan y charlar con la gente por la calle, ¿por qué debería aprender a escribir?
Porque:
- la coordinación visomotriz te ayuda a aprender el idioma, por ende, a alcanzar la fluidez oral;
- podrías tocarte rellenar formularios en papel o dejar notas manuscritas a alguien: a tu casero, en la oficina de Correos, en hoteles, agencias o empresas de cualquier tipo;
- “puedo escribir tu nombre en persa” es una pick-up line inmejorable, mucho mejor que “tienes los ojos del mismo color de mi Porsche Cayenne”; 🤦♂😂
- nunca se sabe en la vida, y tu fluidez en persa podría proporcionarte oportunidades de trabajo o vida por las que escribir a mano podría ser un requisito;
- porque… ¿en serio? La escritura con el alfabeto árabe es la más elegante del planeta, ¿y tú pasarías de ella? Sería como comerse la piel del higo y desechar el fruto 😖
Se pueden esgrimir argumentos análogos para las demás lenguas. Y si un día te diese por obtener un certificado de idiomas, ya estarás preparado.
El cuaderno de escritura para árabe: ideal para aprender a escribir bien en la lengua de Ibn Battuta.
Cuaderno DotPad para caligrafía y rotuladores Firbon para caligrafía: una vez dominados sistemas de escrituras distintos del nuestro, podrás deleitarte con el noble arte de la caligrafía. Tengo amigos y amigas que se han convertidos en hachas. Para ir empezando, estas herramientas son buenísimas: de precio contenido, pero ya de buena calidad. |
#4 El peligro de la gamificación
No transcurre día sin que reciba preguntas acerca de Duolingo u otra aplicación para aprender idiomas:
- ¿Aconsejas aprender alemán con Busuu?
- ¿Adquiriré buenas bases gramaticales de inglés con Babbel?
- ¿Puedo incluir en mi currículum el diploma de italiano de Duolingo? 😩
Son herramientas que tendrían que ayudar a la gente, pero como no vinieron con instrucciones claras, acaban haciendo más daños que una metralleta en manos de un mono. Las empresas que las desarrollan las venden como soluciones omnicomprensivas.
Añádele el modelo freemium, que hace que la mayoría de los usuarios las use gratuitamente, y la natural pereza humana a emprender un aprendizaje serio… voilà: el desastre está servido.
No me molesta el hecho que, por ejemplo, Duolingo lucre con la enorme masa de datos generados por los usuarios. Es una empresa privada, con enormes costes de desarrollo y mantenimiento: de algún modo, debe monetizar.
Lo que me sobrecoge es el atolondramiento de una porción consistente de sus usuarios.

Legiones de personas que emplean la parte más productiva de su día con una App así.
Compañeros y compañeras que confunden un concursito de preguntas y respuestas con aprender idiomas; que no tienen reparo en autoproclamarse fluidos en [inserta idioma] por haber pasado unas horas en la App.
Personas que ahora, delante de un método para autodidactas de los de verdad, parece haber perdido la capacidad de leerlo y concentrarse, porque no hay un buhito con un premio en cada párrafo.
La gamificación es una herramienta potente. Como sociedad, el hecho de confiar cada vez más en puntos, medallas relucientes, trofeos colorados y trompetas como recompensas para haber completado un ejercicio, debería preocuparnos.
Entonces, ¿hay que echar por la borda Duolingo y todos sus parientes? No. Lo que hay que hacer, es ubicarles allí donde es sensato que estén:
- para breves ratos libres
- ojear qué pinta tiene el tal idioma
- hacer algo de utilidad mayor que el Candy Crash
Las Apps son para el aprendizaje de idiomas lo que los cacahuetes son para una alimentación saludable. Si quieres aprender inglés, el 99% de lo que comes NO puede ser Duolingo.
Estos, en cambio, sí que representan una nutrición equilibrada, a propósito del inglés:
Pimsleur English for Spanish Speakers: método audio de cabo a rabo, muy eficaz.
El Inglés Americano Sin Esfuerzo de Assimil: de las mejores maneras de aprender inglés empezando de cero.
El Corazón De Las Tinieblas – Heart of Darkness, de Joseph Conrad: un libro bilingüe es una excelente herramienta.
Error #5: No variar la dieta
Es peligroso dejarse llevar por la Ley del mínimo esfuerzo, cuando aprendemos idiomas.
¿Qué nos dice semejante ley? Que cada uno de nosotros va por el camino que le supone un menor coste de energía, puesto a elegir. A costa de sacar peores resultados, encima siendo consciente de ello. En idiomas, ¿esto cómo puede pasar?
En una variedad de maneras. Tomemos el ejemplo de dos chicos que aprenden ruso. Enrique es analítico, y lo que más le gusta es zamparse tomos de gramática para escrutar todos los pormenores de sintaxis, morfología y fonética.
Maricarmen podría tener una excelente memoria auditiva, por lo cual le encantará escuchar incansablemente métodos audio y podcasts. Está bien aprender el idioma aprovechándose de las fortalezas propias.
Pero hay que variar. Es probable que Enrique sude sangre si tiene que hablar, y que Maricarmen sufra si debe redactar un informe. Evidentemente, son actividades que requieren un tipo de preparación diferente de la que los dos han estado trabajando. Pero lo ideal sería variar también dentro de cada tipo de ejercicio.
Un solo método, por bien que esté hecho, difícilmente va a darte la medalla de oro de la competencia que pretende desarrollar: intenta alternar varios métodos. Y así con todas las competencias. Maricarmen y Enrique deberían emplear un abanico de recursos como este:
El Ruso Sin Esfuerzo, de Assimil: ideal para comenzar a aprender ruso desde cero.
Pimsleur Russian: herramienta muy interesante, demasiado poco valorada.
Asia, de Ivan S. Turgenev: un libro bilingüe español-ruso, de lo mejor para aprender un idioma.
Conclusiones
¿Te ha servido esta entrada para identificar algunos de tus errores, al aprender un idioma? Espero que sí.
No hay que desmoralizarse, pues errores hacemos y haremos todos. Lo que hay que hacer, es intentar ponerle remedio una vez que nos hemos dado cuenta. También he escrito otras entradas sobre nuestras torpezas lingüísticas, aquí encuentras algunas:
Qué Idioma Aprender: 9 Errores Que Debes Evitar
Qué Idioma Estudiar: 5 Criterios Para Elegir
¿Qué errores estás cometiendo? Comenta aquí abajo en libertad, así aprendemos el uno del otro. 📲 Y ya que compartir es vivir, pues, comparte 📲
Volveré a hablar del tema. Nos vemos por aquí 😉
Tu consultor lingüístico personal,
Fabio
Hola,
Te comento que me encantó tu forma de abordar el tema de los idiomas y me interesó mucho la técnica autodidacta.
Adoro los idiomas. Hablo español como lengua materna, inglés y francés muy bien y japonés de manera bastante eficaz.
Hace tres años empecé a aprender italiano en la universidad como parte de los cursos ofrecidos a los docentes. Los cursos no fueron muy regulares y había meses sin clases. Recurrí a Duolingo y a algún libro de texto que obtuve de la biblioteca de la universidad.
Obviamente el resultado ha sido muy pobre.
Qué libro me recomiendas para aprender de forma autodidacta?
¡Grande Luz Maria! Y gracias por tus palabras.
Duolingo es, a fecha de hoy, más un pasatiempo que una herramienta para aprender, como habrás visto. No sé los libros que había en la biblioteca, pero mira, en el blog de esta web he publicado unas entradas acerca de cómo aprender italiano por cuenta propia. Métodos y estrategias hay varios: si sabes cuál es tu forma de aprender, aprovéchala; de lo contrario, ve haciendo pruebas para ver cuál te acaba resultando más eficaz.
Dale tute al italiano 💪💪