
El mundo se ha vuelto loco con este idioma. Todos quieren aprender chino.
Un mogollón de gente que se matricula a un curso de chino, un puñado que hacen la maleta y se va para Asia un tiempo, padres que contratan profesores particulares de chino para sus críos.
Yo, encantado de la vida, siempre y cuando no se subestime el reto: el chino es interesante, pero es difícil. Es una cuesta arriba que no acaba nunca.
Sin embargo, no hay que amedrentarse: muchos han logrado un nivel de chino buenísimo, incluso empezando a estudiar mandarín ya mayorcitos.
Donde sí no me engañaría es sobre el esfuerzo necesario: estudiar con método es la clave, pero horas habrá que echarle. Tampoco te engañes si escribes en alemán como Goethe o dominas el árabe: aprender chino es más complicado. 😓
Hay escuelas que te dicen que al fin y al cabo el mandarín no es tan difícil: la gramática es paleolítica, no tiene casos ni géneros, los verbos están chupados, bla bla bla. ¡Más fácil de lo que cuentan!
Menudas tonterías.
- El chino tiene tonos, cinco;
- Tiene un montón de caracteres que se pueden combinar en un montón de maneras para crear un montón de palabras Y cada carácter (o hanzi) puede ser pronunciado de una manera u otra, y, por supuesto, tener un significado u otro;
- Los trazos de los caracteres tienen rigurosos orden y estilo de ejecución;
- En Taiwan, en Singapur y en las antiguas diásporas usan caracteres chinos tradicionales y no simplificados. Ídem para los textos chinos anteriores al siglo XX.
Dicho esto,
el chino es hechizante. Y es el idioma del futuro. 😍
Tampoco has de pensar que si no tienes el Cociente Intelectual de Sheldon Cooper no vas a aprenderlo: el método de estudio y la constancia son los que marcan la diferencia. Es un largo recorrido, no unos 100 metros llanos.
Escribiré otra entrada pormenorizada sobre cómo aprender chino; mientras tanto, te dejo unas buenas razones por las cuales deberías empezar ya.
Índice
10 buenas razones para aprender chino
¿Listo? Vamos:
#1 Dejar con la boca abierta a tu cita pidiendo en el restaurante chino… en chino
En realidad, lo más probable es que allí hablen wenzhounés o alguna otra variante del mandarín.
¿Cómo?
¿Los chinos no hablan chino? Tema que da para mucho. Muy en breve, en toda la geografía de la República Popular China, el chino escrito es el mismo, mientras que el chino hablado varía notablemente.
Toda persona con estudios conocerá el mandarín (escrito y oral) y uno o más dialectos, según su familia y zona de procedencia. El punto es que no todos tienen estudios, entre ellos muchos de los que dejan su país en busca de una vida mejor. Una constante en muchas migraciones.
La mayoría de los chinos que llegan a España, por ejemplo, son del sur de la provincia de Zhejiang, cuya variante lingüística es difícil de entender hasta para otros chinos. Vaya tela… ¡¿Y cómo voy entonces a impresionar a mi cita al restaurante chino!?
Bueno, con frases sencillas, que realmente casi todo chino entiende de todas formas. Cosas como:
您好 nínhǎo, que es un formal “buenos días”
我们要 wǒmen yào, o sea “nosotros queremos”
对不起 duìbùqǐ, que sería “disculpe”
… y muchas otras perlas que aprenderás si te decantas por el Celeste Imperio
Poder de las lenguas exóticas: chapurrear chino, incluso solo para fardar, es un truco fenomenal 😉
#2 Entender lo que mucha gente se va tatuando en chino
La caligrafía china es una pasada, ¿cómo no van a entrarle ganas a uno de tatuarse algo en ella?
Lo que es difícil de explicar es que el chino no es una ciencia exacta: un grupo de caracteres pueden tener más de una posible interpretación.
Un traductor chino – español es uno de los seres humanos que más admiro al mundo.
Google Translate puede ser más fiable en chino que en otras lenguas, pero sigue siendo un campo de minas. Bonito, un tatuaje en chino, pero ojo. También puedes decantarte totalmente por el lado estético de los caracteres, dejando cualquier pretensión de significado: lo han hecho muchos, que han acabado tatuándose patinaje sobre hielo o fideos.
#3 Conocer una de las lenguas más antigua de la humanidad
Cada vez que uno aprende otra lengua, aprende también sobre la suya propia.
Si eso es verdad para lenguas cercanas, aún más para las tan alejadas de la nuestra como las de la família sino-tibetana. Y también, aprende algo sobre el género humano.
La gran reforma ortográfica de la República Popular China ha simplificado los caracteres. 🈸
Por esto, la semejanza con los antiguos escritos que el chino moderno guardó hasta mediados del siglo XX, en muchos casos se ha perdido, en la lengua corriente.
Pero siguen quedando hanzis cuyos trazos son testimonios de cómo, en huesos de animales y caparazones de tortugas, allá por la antigüedad, unos inspirados primigenios calígrafos pusieron las bases de la lengua china.
Antiguo… ¿cuánto, de antiguo? Mucho. A fecha de hoy, hasta donde yo sé, las primeras palabras escritas en cualquier lengua del mundo mundial… parecen ser chinas. 😮
En Henan, un grupo de arqueólogos halló, hace años ya, unos caparazones de tortuga en 24 tumbas neolíticas: ¡Ojo!, según la datación con radiocarbono, podrían ser del 6600 a. C., o sea dos mil años anteriores a las primeras tablillas mesopotámicas con rastros de escritura.
No es que hayan encontrado poemas épicos: se trata de once símbolos, algunos de los cuales guardan buen parecido con las formas primitivas de hanzis que hallaríamos en la época Shang, dinastía que reinó entre el 1700 y el 1100 a. C.

Y transformación tras transformación, nos han llegado como según el ejemplo aquí arriba. ¿Qué te parece? 🤩
#4 Estudiar chino es hacer CrossFit mental
El chino es un testimonio de cuán diferentes pueden ser las posibilidades de expresión humana, en el oral y en el escrito por iguales.
Por eso, el nivel de recursos que te exige una hora de chino, es brutal. Aprender caracteres, el orden de los trazos, los tonos del chino oral, la prosodia, los modismos… lo dicho: brutal. Te dolerán partes del cerebro que ni creías tener.
Y te va a encantar.
Llega el momento en que puedes leer y entender una frase entera en chino.
Allí, la descarga de endorfina que te cae encima, no la vas a olvidar en la vida; y para un calentamiento pre-CrossFit cerebral, los métodos de Assimil son buenísimos. Más abajo te lo cuento todo.
#5 El chino es la lengua número 1 por cantidad de hablantes nativos
Vale, están en su mayoría dentro de sus fronteras, pero… siguen siendo 1.400 millones de personas = un quinto de la población mundial.
La demografía es muy subestimada, por el hombre de a pie como por los think tank. Esta es una masa humana que mejor sería incluir en los cálculos: creo que es otra razón de peso para aprender chino básico, por lo menos.
#6 Relajarte con papel, tinta y pinceles: la caligrafía china
La serendipidad nos ha proporcionado un buen número de cosillas, que vinieron a luz mientras sus inventores estaban atareados buscando otra cosa.
Pues, aprendiendo a escribir chino uno se da cuenta que… relaja. Sí señor: la caligrafía china es relajante, más que un masaje ayurveda. Escribir con pincel y tinta es una gozada. Pero relaja también con bolígrafo o lápiz y un bloc de notas.
Tampoco hace falta copiar poemas clásicos de la dinastía Yuan: con tal de repetir un mismo carácter, intentando pasar de un trazo mecánico a otro más elegante y distendido, la paz se asoma. Ommm.

#7 Comprender China
Menuda faena. Hay sinólogos que dedican a ello la vida entera y aún así mucho se le escapa.
Maneras de entender China son leer libros, visitar la República Popular, ver películas y documentales, revisar revistas y foros, relacionarse con chinos, estar al tanto de las novedades. Pero… pero… no hay nada como aprender chino.
Autores más listos que yo como Michael Erard, en su obra maestra Babel No More: The Search for the World’s Most Extraordinary Language Learners, ya han explicado cómo el idioma no afecta la personalidad y la visión del mundo de un pueblo o persona.
Pero me parece a mí, que los tres entretienen una fértil dialéctica entre ellos.
Si quieres saber más sobre eso, infórmate sobre la Hipótesis de Sapir-Whorf, o sea, la posibilidad de que la lengua que hables configure tu manera única de concebir el mundo, y en el libro de Erard, está muy bien tratada.
#8 Aprender chino desarrolla la disciplina
Cualquiera que haya estudiado chino u otra lengua oriental durante largo tiempo, podrá confirmártelo.
Uno de los mejores extras de aprender chino es el aumento del autocontrol: ¿Por qué? Porque la pasión es indispensable para meterse en semejante berenjenal, pero sin disciplina estás frito.
Para incrementar tu disciplina o fortalecer tu control emotivo, déjate de talleres de retórica bobalicona a lo si quieres puedes: estudia chino.
#9 Hablar chino te da de comer
Algunos de mis amigos dicen que estoy equivocado. Que solo es una leyenda urbana.
Están convencidos de que para encontrar trabajo, una lengua más de andar por casa como francés o alemán puede ayudar más que el chino. Alegan que en Infojobs, la demanda de perfiles fluidos en lenguas europeas es más alta que la de quienes hablan chino.
Pero, en un mundo saturado ya de cualquier figura profesional, hablar chino decentemente hace que tengas la sartén por el mango: menos vacantes, tal vez, pero garantía de estar entre los pocos que poseen lo requerido.
China ha llegado para quedarse, crisis o no crisis, burbuja inmobiliaria o no burbuja inmobiliaria, revalorización del Yuan o no. Avanza a pasos de gigante hacia oeste. Puede que un día, no muy lejano, el chino sea la lingua franca del planeta.

#10 Tomar notas en chino, que nadie puede entender
OK, esta es la versión friki de las lenguas que muchos de críos se inventaban por puro entretenimiento.
Que hayas tenido o no un gemelo para compartir esta pequeña locura llamada idioglosia, es indiferente.
Va a costarte un tiempo tener suficiente nivel de chino para poder tener una bitácora llena de 汉字, pero imagínate la cara de los fisgoneadores al leerla…
Ya no tienes que ir buscando una manera de alejar tus apuntes de ojos indiscretos. Contraseñas, adiós. 👋
Ya nadie te regañará por desahogarte en el curso de una reunión apuntando frases en un rincón de la libreta como este tio es un imbécil, porque podrás escribir 他是个笨蛋 tā shìgè bèndàn.
¿Y quién se va a enterar? ¿A que mola, eh? 😉
Métodos para empezar a aprender chino
OK, diez razones me parecen suficientes. Te dejo también unas sugerencias a propósito de materiales para iniciar a estudiar chino:
Chineasy – El método fácil y divertido para aprender chino, Lunwerg Editores
Si es tu primera vez con el chino mandarín, este es tu libro. Si vuelves tras una primera vez poco satisfactoria, también es tu libro.
No sólo introduce en modo sencillo a la lengua china y a los principales hanzis: también adopta un método de enseñanza que es certero con esta lengua: usar reglas mnemotécnicas para poder recordar los caracteres.
El carácter en la portada del libro es 火, que se pronuncia huǒ. ¿Adivinarías su significado? Pues, fuego. Si intentas construir una imagen o una historieta alrededor de un carácter chino, será más fácil recordarlo.
Chineasy – Expresiones para el día a día, Lunwerg Editores
Amplia la oferta didáctica del anterior texto. Sigue aplicando la misma fórmula a más caracteres y frases. Otro buen manual para aprender chino. Ahora, si los dos libros arriba te han gustado y te has quedado con ganas de más, te sugeriría ya aprender en serio.
Lamentablemente, en español hay apenas hay material para aprender chino como toca, y por cuenta propia, menos aún. Lo que se lleva usando toda la vida en las escuelas, se trate del Instituto Confucio, de las Escuelas Oficial de Idiomas o academias, es este:
El Nuevo Libro De Chino Práctico 1, Libro De Texto y Libro de Ejercicios, publicado por la Beijing Language And Culture University Press.
¿Me gusta? Ni: no es como lo haría yo, pero he transcurrido tanto tiempo con él, y con los niveles 2, 3 y 4, que le he cogido cariño. La mejor forma de usarlo sería con un profesor, particular al poder ser, pero he aquí el truco: si llegaras a él tras haber trabajado los dos libros arriba de Chineasy, te resultará más ágil.
¿Por qué? Porque ya tienes un abanico de caracteres aprendidos; ya sabes cómo memorizar un caracter nuevo (spoiler alert: no es escribir tropecientas veces el mismo caracter en una hoja de papel) y ya te sabes una pizca de gramática y sintaxis.
Visual Bilingual Dictionary, Mandarin Chinese – English, de DK
Un diccionario visual es una excelente herramienta a la hora de aprender vocabulario: este de DK ha sido un éxito de ventas y no es casualidad: permite memorizar los caracteres chinos junto a su transcripción fonética pinyin y a la traducción en inglés.
Si no dominas a la perfección el inglés, no hay que preocuparse: siendo visual, no tendrás problema ninguno. Es la leche.
Haciendo todo esto que te he contado hasta aquí, reducirías la necesidad de contar con un profesor particular de chino, si bien es inegable que uno bueno siempre vendría bien.
Recursos para comprender China
Al margen del idioma, te sugiero aquí abajo un par de libros que ayudan a desentrañar este gran misterio que es China.
China Road: One Man’s Journey into the Heart of Modern China, de Rob Gifford, Bloomsbury Publishing
Este libro en inglés lleva años publicado pero, a pesar de los cambios vertiginosos a los que China nos tiene acostumbrados, sigue perfectamente actual.
Gifford, periodista radiofónico británico, cuenta la China moderna según la conoció en sus años de corresponsal en Pekín.
Historia Del Pensamiento Chino, de Anne Cheng, Bellaterra
Libro sobre la filosofía china, frecuente e inexplicablemente tratada con superficialidad, pero de gran importancia para comprender el país y también el idioma chino.
La autora, francesa de origen chino, es catedrática de Historia Intelectual de China al Institut National des Langues et Civilisations Orientales de París, el prestigioso INALCO.
Aquí describe con competencia el pensamiento chino: no vas a leer ninguna colección Para Dummies, pues el texto es denso; lo que sí te garantizo, es que Cheng es una de las mejores divulgadora en el mercado.
Chinatown. Cocina asiática. Deliciosos platos del sudeste asiático, de Lizzie Mabbott, Alfaomega. La popular bloguera británica selecciona unas recetas del sudeste de Asia.
¿Por qué lo incluyo aquí? Porque:
- la gastronomía es cultura;
- porque a través de un libro de cocina como este se puede comprender, por ejemplo, porque en chino las palabras arroz y cereal son idénticas;
- porque la cocina china que comemos en Occidente poco tiene que ver con la de China;
- porque es interesante ver el gran papel que juega la diáspora china en el sudeste asiático.
¿A qué esperas en aprender chino?
No sé si he logrado convencerte de lo mucho que aprender chino puede aportar a tu vida; por lo menos, espero haberte sembrado cierta curiosidad.
¿Sabes algo ya? ¿Se te ocurren más razones por las que aprender chino? De ser así, no olvides dejarme un comentario aquí abajo. Y también, ¿tienes alguna idea de cuando podría ser tan solicitado como el inglés?
Además, sabías que…
- si hablaras chino, ¿podrías ir más rápido a la hora de aprender japonés?
- añadiendo un título oficial de chino a tu CV, ¿te va a hervir el móvil de tantas llamadas que recibirás?
- saber chino es un excelente modo de ganar dinero como traductor?
Por ahora me despido, aunque sobre el chino volveré a hablar.
🙏 ¡Comparte y disfruta con el chino! 🙏
¡Hasta pronto!, o también, 再见!
Tu sinólogo personal,
Fabio
Me encantó el artículo, bravo amigo.
Me parece muy interesante, Fabio. Pero el chino… no sé, ¿aprenderlo por cuenta propia? De todos modos, voy a ver los materiales que sugieres. Que sepas que te envidio 😉
Hola Bea,
jejeje se puede se puede, créeme. No vas a ser la primera, ni la última. Buen trabajo.
Ni hao, Fabio!
Igual nunca va a ser tan solicitado como el inglés, pero sí puede convertirse en el segundo idioma y en algunos casos en una segunda lingua franca.
Estoy usando los Chineasy y el Assimil que indicas, buenos libros, me gustan mucho, es la primera vez que aprendo un idioma así y estoy encantadísima.
¡Xie xie!
interessante resoconto, che ho riscontrato esattamente nel mio percorso da autodidatta da almeno 4 anni. ho iniziato perché adoro principalmente scrivere, mi rilassa è bello esteticamente, lo uso qualche volta per criptare appunti password insomma lo adoro, ormai sono adulto (almeno anagraficamente) e sì! mi aiuta a disciplinarmi, direi proprio a mantenere la calma (ci sarebbe da inc*zzarsi ogni 2 sec per qualunque cosa). studiarli mi aiuta molto a tenere in allenamento la memoria. So scrivere bene ricevo sempre i complimenti dai cinesi stessi, ma non è tutto rosa e fiori parlarlo è difficile (i toni) e se non hai amici e occasioni è dura, così se sulla “carta” son soddisfatto di saperlo scrivere e leggere anche se a livello basico a dialogo è dura ma non mollo. poi è vero in italia con i residenti è difficile capirsi per via dei dialetti, ma poi quando sento parlare i turisti cinesi del nord (solitamente molto più bravi a parlare un “cinese istituzionale”) allora dico ma allora capisco! eureka riconosco i suoni le parole! con i residenti mi sembrava di non aver imparato nulla… in più di un’occasione mi son accorto dopo che sapevo meglio io certi idiomi di loro ma me ne son accorto dopo nell’immediato la figura dell’imbecille l’ho comunque fatta io nonostante avevo ragione. Per me ormai è un sfida con me stesso che mi porterò fino alla fine, tutti giorni ripassare, allenarsi e scrivere (soprattutto) e se mai mi tornerà veramente utile (economicamente) tanto meglio ma non è il principale obiettivo, è passione ormai come la musica. Ci ho messo più di 20 ad imparare l’inglese, è per me vuol dire leggere un quotidiano o un magazine o guardare un programma TV capendo veramente istantaneamente cosa si dice (anche se ti sfugge ancora un termine qua e la) e mi è e servito nei primi anni di autodidatta per studiar cinese molto materiale free per autodidatti è in inglese percui lo tenevo anche in allenamento adesso quando devo pensare in inglese… sto incominciando involontariamente a sostituirlo con il cinese… dalle banalità devo pensare i want mi viene istintivo wo yao poi a fatico riporto il pensiero su i want… ma ne son contento.
Grande Jiankaluo!
Interessante testimonianza, grazie per condividerla.