
Estimad@s amig@s, volvemos al tema de la traducción centrándonos en la posibilidad de ser traductor freelance: dejamos de un lado el empleo por cuenta ajena.
Esta guía es tan larga como la primera, más de 5.000 palabras.
Pero como es tu vida la que está en juego, he preferido aportar toda la información necesaria, sin escatimar esfuerzo ni caracteres.
La primera entrega, por si te la hubieses perdido, es esta:
Trabajar De Traductor: Por Qué y Cómo Empezar
Si te gustan los idiomas, tanto como para:
- ponerlos en el centro de tu vida,
- adquirir habilidades y conocimientos necesarios para traducir,
- hacer de ello tu fuente principal de ingresos de forma freelance, 💰
entonces esta entrada es para ti.
Ser traductor freelance te puede generar dinero, libertad y satisfacción personal.
Veamos si para ti también puede ser así, como lo es para mí y un montón de personas ya por todos los rincones del planeta. 🌏
Empiezo por los problemas que yo encontré cuando arranqué, describiéndote cómo los solucioné, pasando por el mejor modo de tener el escritorio siempre lleno de proyectos, terminando con unas FAQ y si la opción nómada digital es viable.
Al ruedo.
Índice
Traductor Freelance: Retos a los que me enfrenté
Un día di el salto.
No tenía ejemplos cercanos de personas que hubiesen dejado el mundo del trabajo por cuenta ajena para lanzarse en una aventura como esta.
Me movía por un uncharted territory, un terreno inexplorado.
Como cabe de esperar, estaba convencido de que no iba a cometer los mismos errores de cuantos me precedieron. Qué equivocado estaba.
Separación entre vida laboral y vida privada
Me costó sobremanera separar la vida laboral de la privada, trabajando mayoritariamente desde casa. 😓
Un día comprendí que la cosa se me estaba yendo de las manos.
Comía fatal, el piso estaba hecho una leonera, dormía poco y soñaba con el trabajo, bebía más café que agua para aguantar, quedaba con amigos para posteriormente no acudir porque me sentía culpable de no estar trabajando todas las santas horas del día.
Una pesadilla, vamos. Esto de trabajar de traductor freelance estaba acabando conmigo.
Dos cosas me ayudaron, cuando las entendí y acepté.
La primera:
No añadir estrés al ya abundante estrés, solo por no tener el equilibrio idílico entre vida laboral y privada que pregonan los gurús de estilos de vida.
Los comienzos son siempre caóticos. Siempre. Si todo parece estar bajo control, es que no vas suficientemente rápido.
Como dice Bob Miglani, embrace the chaos.
Embrace The Chaos, de Bob Miglani:
Miglani, ejecutivo farmacéutico, trae enseñanzas muy útiles para la vida moderna de su recorrido de vida y de la vuelta a su país, la India. |
La segunda:
Alcanzar el equilibro entre trabajo y vida privada es imposible.
Ya está. Lo he dicho. Tenía que soltarlo.
Pero si no se puede, ¿qué pasa pues? ¿Estamos condenados a elegir entre una vida de solo trabajo y otra de puro holgazaneamiento?
No.
La respuesta la da Tony Hsieh, exCEO de Zappos, en su libro Delivering Happiness: lo que hay que hacer es olvidarse de la separación y perseguir la integración de trabajo y vida privada.
Desconectar del todo es díficil y a veces tampoco deseable.
Si eres autónomo o emprendedor, el trabajo se desbordará continuamente en tu vida privada: hay que aceptarlo, es mejor centrarse en la manera de incorporar tu trabajo en tu vida, que luchar para levantar muros entre los dos mundos.
Habrá casos en que un cliente necesitará una traducción para ayer mientras tú estás en otros asuntos, y deberás proveérsela porque sí.
Qué hace el buen traductor freelance, ¿se repite frases bonitas a lo Paulo Coelho sobre lo poco importante que es el trabajo y rechaza el encargo?
¡Norrrrrrr!
Confórmate con mantener una armonía dinámica entre tiempo para ti y tiempo dedicado al trabajo. No te costará demasiado esfuerzo, si traducir te gusta.
Delivering Happiness, de Tony Hsieh:
Espectacular libro sobre la cultura de empresa y lo que significa hoy estar en el mercado. Le da mil vueltas a los otros manuales de la misma categoría. |
Esto conlleva dos consecuencias importantes:
- ya te puedes relajar. Aquellos artículos, libros y seminarios sobre cómo separar de forma eficaz trabajo y vida privada, son bobadas. No ha sido tu culpa si no lo has logrado;
- dedícate a algo que te guste de verdad, porque como dice el buen Emilio Durò, no vale la pena desperdiciar la vida en algo que no te llena.
Me ha costado años, pero por fin creo haberlo entendido.
Cobrar por tu trabajo siendo traductor freelance
Lo solucioné trabajando más con empresas lejanas que con las de Europa del sur. Con el paso del tiempo ocurren también ciertas cosas que te ayudan:
- desarrollas cierta capacidad de identificar rápidamente a los clientes timadores,
- vas dándote a conocer y ciertas empresas solventes te pasan encargos de forma regular,
- aprendes a ser prudente: no aceptar projectos de enorme envergadura, que cobrarás al 100% cuanto entregues si no confías mucho en tu cliente, ni si fuera Apple o Indra.
Gestionar una miniempresa
Trabajando por cuenta ajena, te puedes centrar en tu actividad primaria: traducir.
Siendo traductor freelance, la empresa eres tú: lo harás todo tú.
A mí la parte de impuestos y facturación se me da fatal y para esto cuento con una asesoría. De lo demás, debo encargarme yo.
No te oculto que a veces me sobreviene un profundo agobio, del que salgo recordando que, en definitiva, mi situación tiene más lados positivos que negativos.
Trabajar de traductor freelance desde casa
Parece paradisíaco, antes de dar el paso: si te apetece echarte una siesta lo haces, si quieres dar un paseo lo das, decides la marca de café que beberás, no pierdes tiempo en desplazamientos de casa al lugar de trabajo.
Remote: Office Not Required, de Hansson y Fried:
Útil guía para entender que hay mil formas de concebir la organización del trabajo. Antes de leerlo, iba un poco perdido. |
Todas ventajas.
Ejm, no.
La tentación de trabajar en pijama es fuerte. Hay trajes de ejecutivo pero no de traductor freelance, por algo será, ¿no? –> pésima elección.
Te pierdes todos los cotilleos delante de la máquina del café que son la savia vital de la empresa –> gran pérdida.
¿Logras un proyecto importante? Saltas de alegría… tú solo. ¿Recibes un golpe bajo? Te hundes en la miseria… tú solo –> gran factor desestabilizante.
Cualquier momento del día puede ser un momento para trabajar, o en cualquier momento en que el trabajo te resulte desagradecido, estás a un segundo y a un metro de una Smart TV con una cuenta de Netflix –> desastre.
La pausa café dura una hora. Es que para tener más libertad y calidad de vida elegiste trabajar por tu cuenta, ¿no? Eh sí, pero libertad y hacer el vago son cosas bien distintas –> desastre.
Productividad Personal: Aprende a Liberarte del Estrés con GTD de José Miguel Bolívar:
Este libro me ha ayudado a meter orden en mi rutina laboral de freelance. Antes iba un poco como un pollo sin cabeza. |
Pero de todo esto, lo peor para mí ha sido hacerle comprender a la gente que ser traductor freelance no significa tocarse los charraplines y ver cómo los euros entran en mi cuenta corriente por arte de magia.
Si estoy trabajando desde casa por mi cuenta, estoy trabajando. No estoy disponible para favores, para reuniones sociales, para nada de nada.
Es que solo son cinco minutos. Pero qué problema hay, si te puedes gestionar como te de la gana.
Sinceramente, creía que este problema no se iba a dar. El trabajo, junto al dinero, me parecía de las pocas cosas que nadie cuestiona.
Las frases Estoy trabajando o Tengo que trabajar se me antojaban armas fenomenales para cortar cualquier rollo.
Y no hablo solo de fricciones con amigos, vecinos o conocidos. Hablo de familia y pareja.
Me costó tiempo y cabreos meter las cosas en claro. De vez en cuando todavía tienen lugar intrusiones peligrosas, pero ya he aprendido a gestionarlas y restablecer el orden. 🕉
Traductor Freelance: Cómo captar clientes
Si trabajas de traductor freelance, una parte de tu tiempo irá a la captación de clientes.
Con el tiempo, podrías lograr encargos recurrentes de parte de las mismas empresas y agencias, y te recomiendo que te esfuerces para que así sea.
Vendedor Ninja, de Josué Gadea:
Una buena fuente de ideas sobre cómo vender, para robar y meter en práctica en tu día a día de traductor freelance. Podrías no haber pensado en tu profesión en estos términos, pero esencialmente, eres un vendedor de servicios de traducción. |
No tener ingresos fijos es un generador de ansiedad mayor que el calentamiento global o la posibilidad de que se incluya la morcilla en la receta oficial de la paella valenciana.
#morcillanoenlapaella 🥘
Sin embargo, quien más quien menos, todos necesitan dedicar una parte de su tiempo a conseguir nuevos proyectos. ¿Cómo se puede hacer? Yo diría que así:
#1 Ten un currículum actualizado
Parece obvio pero no es así.
Sobre todo si la maquetación gráfica no es tu punto fuerte y te está costando arrancar, podría ocurrirte que entras en una peligrosa rutina de pasividad.
¿Qué rutina?
La de despertar por la mañana y enviar currículum sin criterio, a empresas por las que podrías no aportar gran cosa, con cartas de presentación para nada personalizadas, sin aquellos cursos y aquellas últimas traducciones que hiciste que sí podrían despertar el interés de un cliente potencial.
Tras unas semanas flojas, es fácil que le pase a cualquier traductor freelance. Mal.
Tu currículum, cuanto más actualizado mejor.
#2 Ten un currículum relevante
No te digo de mentir, porque con una mentira en este sector vas muy, muy poco lejos; pero lo que es adaptar tu currículum según la empresa y las necesidades, sí que te lo recomiendo.
Dar más énfasis a una de tus especialidades, incluir un porfolio de trabajos hechos en el sector de la empresa en cuestión: esto deberías hacerlo.
Incluye tus títulos y experiencias relevantes.
Si has cursado un máster en Traducción Legal lo incluirás seguro, pero ¿indicarías que has cursado dos años de Medicina en la Complutense o tres años de Derecho en la UNED?
¿No? ¡Mal! ¡Deberías!
Hay una barbaridad de traductores e intérpretes médicos y legales que han accedido a la profesión gracias a carreras no siempre acabadas.
En un currículum de una página o dos, es evidente que no puedes explayarte.
Concentra la información más relevante en el menor espacio posible.
Eso sí: déjate de tonterías como el equilibro perfecto entre una sección y la otra, una fuente y la otra, si meter una foto con una sonrisa de oreja a oreja o la de tú consultando un diccionario enorme.
Son nimiedades que no aportan un pepino.

#3 Llévate bien con otros traductores freelance
Con los compañeros de la carrera, con chic@s que conozcas en eventos o con quien sea que se cruce en tu camino en este mundo: nunca se sabe.
Puedes compartir experiencias y opiniones; puedes desviar algún trabajo que no puedes o no quieres hacer tú, pueden hacer lo mismo ellos contigo; puedes preguntarles información de cualquier tipo.
También puedes pedirles referencias de un cliente u otro. Los clientes timadores suelen moverse como los estorninos.
Es un sector en el que, si eres un profesional, entiendes que el mejor juego es el ganar-ganar.
#4 Sé claro en tu propuesta
Precios y tiempos de entrega lo son todo, una vez que la agencia ha decidido que por currículum eres la persona adecuada.
No digas que puedes entregar X palabras al día, si tus otros compromisos te lo impiden; no hagas barbaridades con las tarifas tampoco.
¿Qué quiero decir?
Que seas prudente. Lo de fijar precios es una ciencia más compleja que la física cuántica.
Ante todo, deberías saber lo que otros traductores piden para un trabajo como el tuyo: esto te puede proporcionar una referencia.
Intenta averiguar la tarifa que aplican otros 4-5 traductores freelance para un proyecto así, y en base a eso decide.
¿Eres nuevo en el gremio?
Establecer tarifas más bajas podría ayudarte a arrancar. Ídem con los tiempos de entrega: al inicio, lo que quieres es empezar, adquirir experiencia, hacerte un nombre.
Trabajar 12 horas al día los primeros tiempos, si es preciso, se hace y punto. No obstante, debes saber lo siguiente.
Si de forma sistémica mantienes tarifas bajas, porque si no crees que no trabajarías, vuelve a pensártelo.
El libro negro del emprendedor: No digas que nunca te lo advirtieron, de Fernando Trías de Bes:
Uno de los libros que cualquiera que quiera independizarse, debería leer. |
Las tarifas demasiado bajas propician trabajos peores, atraen a clientes que son estorbadores profesionales y no te permiten desarrollar un buen portfolio de cara a tus futuros clientes.
Das una impresión de ser low cost también en cuanto a la calidad de tus traducciones.
Tan pronto como puedas, súbelas. Por lo menos hasta alcanzar la media del mercado.
No tengas miedo de perder a clientes, en caso de que hayas fidelizado a algunos: si no duplicas tus tarifas de hoy para mañana, la mayor parte de ellos te seguirá.
Por otro lado, si sí quieres deshacerte de un cliente que es más una fuente de odio que de ingresos, súbele las tarifas para que se busque a otro.
Y por último, envía un presupuesto comprensible.
Si a tu cliente no le queda claro enseguida qué está pagando (proofreading, traducción, localización, maquetación, etc.), el proyecto se lo llevará otro traductor freelance.
#5 Perfiles en las webs y redes relevantes
Créate perfiles donde podrías conseguir proyectos, posiblemente sin gastos de subscripción ni tarifas de membresía.
Yo diría que puedes empezar por Proz y LinkedIn.
Según tu país, podrías evaluar otras plataformas. Las hay que solo son buenas para perder tiempo y paciencia: Fiverr, Upwork y otras específicas para trabajar de traductor freelance.
Si no te cuesta nada e igual te consta que algún compi en ocasiones saca algo, date de alta y a ver qué tal.

#6 Créate una web propia para promocionarte
Es la manera más eficaz de darse a conocer.
La ventaja: es tu negocio, tu escaparate hacia el mundo. Lo puedes gestionar como te venga en gana y nadie te lo puede quitar.
No es poco: los que apostaron por Infojobs Freelance, plataforma que pretendía ser de las primeras de España, se dieron de bruces al leer en mayo de 2018 que iba a cerrar.
Tu web, si no la cierras tú, no te la va a quitar nadie. Es tu casa.
La desventaja: es oneroso.
Es oneroso hacerlo bien, de modo que la web sea ágil de navegar, de contenido ameno y relevante para tu audiencia, y que posicione bien en Google.
Con todo, no solo las agencias tienen sitio web hoy, sino también una buena cantidad de traductores freelance. Si no estás puesto con el tema de creación de páginas web y marketing digital, lo mejor es contar con alguien que sí sabe.
Confiando en un profesional del mundo online:
- aciertas a la primera, sin perder semanas por la consecución de resultados misérrimos;
- dedicas las horas ahorradas a traducir, que es tu oficio, donde destacas y por el que te pagan;
- adecúas tu web a los objetivos que tú mismo estableces;
- ahorras muchísimo en términos de horas perdidas en la captación de clientes, ya que serán ellos los que te encontrarán en Internet.
Plantéatelo.
🈚 ¿Quieres crear tu página web de traductor freelance? 🉑![]() el diseño de la web 💻 Para más información, mensajéame. Cero compromiso. |
#7 Ojo con las empresas muy pequeñas
Hay pequeñas firmas que son multinacionales de bolsillo, con una visión de futuro y una mentalidad que da envidia a los conglomerados del IBEX.
Son una excepción.
La mayoría de las empresas pequeñas europeas, son más bien empresas de alcance limitado que cuando mueven pasos en el extranjero, lo hacen reduciendo al máximo los costes.
Trabajar con ellas, es difícil y poco gratificante.
Muchas traducen solo al inglés, a pesar de tener inmensas cuotas de mercado en Francia, Portugal o Alemania, donde por supuesto estarían más satisfechos comunicándose en su lengua materna.
Y es que, en no pocos casos, estas empresas se cierran puertas ellas mismas por no saber ir más allá de eso de que con el inglés vas a todas partes.
De qué inglés hablamos, ¿además?
Del de Google Translate. Del inglés del empleado que tiene aprobado el básico de la Escuela Oficial de Idiomas.
Del de las competencias de la prima del hijo del dueño, que lleva un año en Londres, aunque de refrigeradores industriales no tiene ni idea y sus traducciones lo demuestran.
Una muestra de los problemas que he encontrado yo:
- escasean los proyectos recurrentes,
- hay que rezar a todos los dioses antiguos y nuevos para que te paguen,
- los textos de origen en español a menudo están tan plagados de errores, que te entran ganas de corregírselos tú y pasarle la factura,
- envían documentación en formatos inservibles por mucho que se lo expliques,
- te pasan el proyecto el jueves a las 21h00 y lo quieren para el miércoles de la semana anterior.
Un rollo tras otro.

#8 Cuidado a los autores independientes
Si trabajar para editoriales puede ser desagradable, hacerlo con autores independientes… también.
Ensayistas, poetas o escritores de novelas, que se autopublican en papel o en formato eBook: con algunos es mejor andarse con cuidado.
Algunos problemas que se dan:
- puedes pasarles tarifas muy bajas, a ellos les parecerá caro;
- les entregas la traducción y le encuentran errores;
- asumen con dificultad lo de pagar parte del encargo por adelantado, como se suele hacer por norma general.
El punto es que – y habrá quedado claro que no les estoy defendiendo – se mueven en un entorno hostil.
Han llegado al punto de traducir sus obras a otro idioma cuando probablemente ya están publicadas en su lengua materna. Publicadas y… con pocas ventas.
Como es lógico, ahora se encuentran con una creación de su propio intelecto, a la que intentan buscar todas las salidas posibles para darle alguna rentabilidad.
Pero claro, han invertido meses de tiempo creando; han pagado licencias de programas, un diseñador que les preparase la portada y contraportada y les maquetase el libro, imágenes de bancos para hacerlo bien de verdad y una imprenta que no les pidiese sumas imposibles.
Han sido gastos y esfuerzos superiores a los que suponían.
Esperan que con algo más de dinero puedan abrirse a los mercados francófonos, germanófonos, hispanófonos o anglófonos y así recuperar la inversión, pero como es de comprender, no están por la labor de ir más allá de pocos euros.
Es que publicar un libro que tenga éxito es, de por sí, una hazaña aun siendo respaldado por una editorial de prestigio. Pero solos…
Un autor indie puede ser tan buen cliente como otro, yo he tenido a varios. Pero he de cribar más, en la masa de solicitudes que recibo desde este ámbito.
En cien años todos muertos: Guía para emprender o morir… sin haberlo hecho, de Joan Boluda:
Si vas a lanzarte como traductor freelance, o como freelance de otros servicios, hazte un favor y estúdiate este libro de este crack. |
#9 Ojo con las empresas de países notoriamente complicados
Los países del norte de Europa, Norteamérica, Oceanía y un buen número de naciones asiáticas son buenos caladeros de proyectos.
El sur de Europa y el norte de África, menos.
Tiempos de entrega apretados, guerras de precios, dificultades para cobrar… generalizo un poco, pero es una realidad y te pasará a ti también, si eres traductor freelance.
Hay empresas solventes, no digo que no. Pero encontrarlas es más complicado que en entornos de economía boyante.
#10 Apunta a las grandes
Un proyecto de calidad, es más fácil que salga de empresas grandes.
Muchas de estas trabajan con una o varias agencias de confianza, y no vas a trabajar con ellas si no pasas por dichas agencias; otras, sin embargo, sí que están abiertas a colaborar con traductores freelance, del mismo o de otro país.
Enviando tu candidatura a firmas de países más prósperos económicamente, estás en posición de aplicar tarifas para ti decorosas, que a ellos les salen rentables porque eres más barato que la media de los traductores de dicho país.
¿Cómo hacerlo?
#1 Busca en directorios de empresas, en los participantes de ferias, simplemente buscando en Google o Páginas Amarillas. Recuerda: la clave es ceñirte a tus especialidades.
#2 Apunta todo en una hoja Excel o en una base de datos Access: nombre de la empresa, sector, país, fecha en que les contactaste, si escribiste o llamaste, persona de contacto, contenido de la conversación, etc.
#3 Personaliza la carta de presentación (correo electrónico, hoy en día) todo lo que puedas.
#4 Envía un currículum relevante para el tipo de empresa y para el tipo de faena para el que te propones. Si usas LinkedIn (la membresía Premium, sobre todo), no podrás hacerlo, pero sí podrás darlo todo en el mensaje que envíes.
#5 Contacta 2 semanas después con la empresa a la que enviaste tu candidatura. Por teléfono, mejor; si no, con otro correo electrónico, igual de cuidado que el primero. Si están cerca de tu domicilio, preséntate en persona.
#6 Activa las notificaciones de escritorio para tu correo electrónico. Como yo las detesto, las tengo activadas exclusivamente en el buzón de correo que uso para este trabajo.
¿Por qué es importante?
Porque este es un mercado frenético: si tardas en contestar, el proyecto se lo llevará otro. Y algo muy importante: es más fácil retener un cliente adquirido que conquistar uno nuevo.
Asegúrate de que la comunicación entre tu cliente y tú fluya, que te den todas las instrucciones pertinentes, que el texto origen sea del formato que puedas trabajar y del género que tratas tú, entrega el trabajo con algo de anticipo respecto a los tiempos establecidos.
Si tu cliente tiene dudas, contesta con profesionalidad en todo momento.

#11 Cómo hacerse pagar
Forma de pago: transferencia va más que bien, pero también Paypal, direct debit... Es bastante cultural, la verdad: en ciertos países, sectores, entornos empresariales se da más una u otra.
Plazos de pago: aquí hay mucha variabilidad. De nuevo, depende del país, de quién es el cliente, del importe total del trabajo, de si son sectores punteros o no, etc.
Por lo general, yo trabajo con una parte anticipada y la otra a la entrega del proyecto. Un 30%-70% ó 50%-50%.
Con quien tengo ya confianza, me dejo todo el pago para la entrega: hacerlo al principio de tu actividad conlleva un riesgo.
Por un lado, necesitas ponerles a tus clientes recién llegados todo tipo de facilidades para que aprendan a quererte; por otro, te enfrentas a la posibilidad de que no te paguen nada.
Las tarifas bajas y el cobro del 100% del proyecto a la entrega, podrían generar un efecto deletéreo.
Si estableces un importe mínimo a pagarte a la aceptación del presupuesto, afirmas en cierto modo que eres un profesional, y alejas a aquellos clientes buitres que viven a base de estafar a un traductor freelance tras otro.
Además, si el importe del proyecto fuese grande, aún podrías a las malas acudir a un abogado, pedir un procedimiento monitorio (hablo de España, en este caso) y emprender acciones judiciales para cobrar lo que te deben.
En el supuesto de que se tratasen de pocos euros, es mejor que ni empieces, ya que los gastos legales y las pérdidas de tiempo no te compensan.
Vender A Crédito Y Cobrar Sin Impagados, de Pere Brachfield:
El manual está pensado para empresas, pero si lo lees y pones en práctica sus sugerencias, serás de los pocos traductores freelance que no tendrán problemas para cobrar. |
#12 El traductor freenalce trata bien a su cliente
Sé claro con tu cliente en todo momento. Establece un canal de comunicación con él y no desvaríes.
Comunica por escrito, responde rápido, pide aclaraciones si algo te parece obscuro (y esto pasa muchas veces en cada uno de los proyectos), actualízale de vez en cuando si estás trabajando en un proyecto de envergadura.
Mantén todo por escrito. Si a tu cliente le encanta usar Whatsapp y teléfono, recondúcelo con tacto a la comunicación escrita. Si se niega, respira hondo y dile:
Vale, tan pronto como acabemos esta conversación, te lo pasaré todo por correo electrónico para que me confirmes que lo he comprendido bien.
No te sepa mal ponerlo por escrito.
Si crees que tu cliente podría percibirlo como una falta de confianza, recuerda que el día que no te pague porque él alegue que le has malinterpretado, te sentirás un imbécil.
En realidad, la gran mayoría de los clientes lo percibe más bien como un punto de profesionalidad de tu parte, y un trabajo bien hecho es tu mejor garantía para volver a trabajar con él.
Supera un poco sus expectativas: por ejemplo, entregando tu traducción con algún día de antelación, o por medio de algo que agregue valor a tu trabajo.
Traductor Freelance: Preguntas frecuentes
P: ¿Cuánto cobra un traductor?
R: La pregunta del millón de euros.
Depende de un montón de factores: país, ciudad, empresa, sector, horas trabajadas, especialidad, combinación lingüística, régimen fiscal, rapidez de la entrega, etc etc etc.
He conocido a part-timers que cobran 200 €/mes, así como a full-timers que se llevan 5.000 €/mes o más. El factor S, la Suerte, también juega un papel.
Si eres un traductor inglés-macedonio jurídico y/o financiero, el día en que las negociaciones de adhesión a la Unión Europea arranquen de verdad para la Macedonia del Norte, tendrás trabajo durante años, y bien pagado. 💰💰💰
Por eso, ayudar a la suerte echando un ojo a la geopolítica internacional, tampoco está mal.
P: Si soy traductor, ¿puedo trabajar de intérprete también?
R: Ehm, respuesta breve: si no te has preparado adrede para interpretar, no.
Trabajar de traductor requiere competencias diferentes y hasta antitéticas, respecto a trabajar de intérprete. Son profesiones a años luz de distancia.

P: Especializarme en lengua de señas, ¿es viable económicamente?
R: Hay varias cosas a considerar.
La primera, es que es un tipo de servicio lingüístico muy dependiente del marco legal y de la financiación pública.
Por lo general, y en contra de lo que uno puede creer si se atiene a las noticias que filtran de los medios, las sociedades contemporáneas van hacia una mayor inclusividad y reconocimientos de los derechos de la minoría.
La comunidad sorda es una minoría consistente, conciudadanos, son nuestros hermanos y amigos y tienen todo el derecho de disfrutar de ser apoyados por el Estado.
Es más: hablar una lengua de señas, es una verdadera pasada.
Con todo, hay que considerar que como todo sector estrechamente vinculado a la administración pública, sufre los vaivenes de este, en términos de ofertas de empleo, garantías laborales, sueldo y condiciones.
En algunas entidades, países europeos y comunidades autónomas, son más dados a contratar a un freelance que a convocar oposiciones.
Y evidentemente, también depende del país en que te muevas: trabajar en España, con una lengua española paralela a lenguas de señas locales (sí: existe una lengua de señas catalana, una valenciana, una euskera, etc.) es distinto a hacerlo en un país de Latinoamérica, Europa o África.
Pero lo más importante, es que lo de las lenguas de señas es mucho más interpretación que traducción, lo que te he ido contando en este post no concierne mucho a esta fascinante familia lingüística.
Gramática Lengua de Signos Española [LSE], de Ángel Herrero Blanco:
Un buen volumen para quienes tienen curiosidad y ganas de aprender lo básico de esta lengua. |
P: ¿Qué especialidades son las mejores para ser traductor freelance?
R: Diría las que te gustan más, pero sería pecar de ingenuidad.
Trabajar de traductor literario, implica poca remuneración y menores volúmenes de trabajo que otras especialidades; no obstante, puede ser entretenida.
La legal, la financiera, la técnica, la médica, la científica, dan trabajo y pagan mejor, aunque pueden ser poco amenas.
En definitiva, los que se decantan por la literaria, se quejan de que para llegar a final de mes, deben ir corriendo como locos y tener interminables jornadas laborales, lo cual merma la calidad de la traducción.
Se mueven también en un entorno, el de las editoriales, que no brilla por remunerar bien a ninguno de los actores implicados. O sea que los traductores no son las únicas víctimas.
Ni se lucen a nivel de condiciones laborales o de organización del trabajo.
Pero si conversas con los traductores freelance sobre aquellas ramas que son más solicitadas, estos se quejan de que no aguantan más traducir catálogos de tuercas de aluminio anodizado o informes periciales de accidentes de tráfico.
Igual es buena idea escoger una especialidad que te llene el alma, junto a otra que te llene los bolsillos.
P: ¿Traductor jurídico y traductor jurado son lo mismo?
R: Ejm, no. El primero está especializado en textos jurídicos: pólizas de seguro, contratos, sentencias, normativa, etc.
El segundo, traduce documentación oficial de una lengua a otra, garantizando la veracidad de lo traducido con su firma y sello.
La documentación con la que trabaja puede ser: partidas de nacimiento, certificados de antecedentes penales, certificados de matrimonio o defunción, licitaciones, constitución de sociedades, títulos académicos, informes forenses.
El traductor jurado debe estar autorizado por el gobierno de su país.
En España, el referente es la Oficina de Interpretación de Lenguas del Ministerio de Asuntos Exteriores: convoca oposiciones cada tantos años y tras aprobar el examen, está autorizado a trabajar de traductor jurado.
El inglés jurídico: Textos y documentos, de Enrique Alcaraz:
Este libro te ahorra semanas de investigaciones. Si quieres trabajar de traductor jurídico o simplemente aprender más sobre esta rama, es el primer libro que debes estudiar. |
P: ¿Un traductor jurado cobra más que uno normal?
R: Sí, y tiene todo el derecho de hacerlo. Maneja información sensible y ratifica la exactitud de lo que entrega con su firma y sello.
No sé en otros países, pero en España el examen para acceder a la profesión, es arduo.
P: ¿Los traductores freelance no perderán sus empleos, con la mejora de la tecnología más puntera?
R: La respuesta breve, es que no: los traductores y los intérpretes seguirán existiendo por mucho, mucho tiempo todavía.
Haría falta una inteligencia artificial a la altura de la humana, algo que estará fuera de nuestro alcance todavía durante décadas, por lo menos.
Sería interesante profundizar, pero nos tomaría demasiado espacio y tiempo. Me la dejo para otra entrada.
P: ¿Cómo puedo adquirir experiencia si nadie me da la oportunidad?
R: Si de verdad te está costando adquirir experiencia, llevar a cabo unos proyectos por poca remuneración (o gratis), puede ser una solución. Muchos lo hemos hecho.
Traductor Freelance: Ser Nómada Digital
Esta es otra cuestión muy debatida por los pasillos de las facultades, además de por los foros de los que están hasta la coronilla de su estilo de vida actual.
¿Ser traductor freelance es un primer paso para convertirme en nómada digital?
La verdad es que sí. Me explico. No todo puede hacerse desde una playa caribeña. 🌴
Una parte del trabajo se desarrolla por Internet, pero en muchos países, más de un cliente nuevo querrá entrevistarse contigo antes de pasarte el primer trabajo.

Asimismo, en no pocos entornos, el contacto personal se valora mucho: conocerse en ferias, eventos para emprendedores, seminarios de las Cámaras de Comercio y demás, es una buena oportunidad para darse a conocer.
Dicho esto, es cierto: llegar a nómada digital es simple si trabajas de traductor freelance.
Te lo dice uno que destroza de forma inmisericorde lo que está de moda y los triunfalismos de tres pares de narices.
Nomadear y traducir hacen buena pareja porque:
- puedes trabajar con un portátil sencillo, nada de equipamiento puntero y pesado;
- las conexiones estables de banda ancha tampoco son indispensables;
- puedes aprovechar la diferencia horaria, currando con empresas cuya jornada laboral acabe cuando la tuya empieza. Puntazo;
- puedes seguir aplicando las tarifas de tu país viviendo en otro de menor coste de vida. O decidir bajarlas para conseguir más proyectos, ahora que puedes hacerlo sin perder en calidad de vida;
- tu flexibilidad geográfica te permite ir al país cuya lengua quieras reforzar o aprender, o en el que tu alergia al polen te deje de agobiar, o en que ponerte hasta arriba de guayabas.
Para profundizar, echa un vistazo a las dos entradas que escribí sobre el tema:
Traductor Freelance: Conclusiones
Enhorabuena por haber llegado hasta aquí 🎉 me alegro de que haya personas no afectadas por el TDAH.
Confío que estas dos guías sobre cómo ser un traductor freelance de éxito, te hayan servido. La primera entrega, por si la hubieses perdido, está aquí:
Me ha costado días de trabajo: me doy cuenta de que lo que supone ser traductor freelance daría más que hablar, pero en resumen, lo más importante estimo haberlo incluido.
Es una profesión que requiere tiempo: tiempo para traducir bien, tiempo para formarse al principio y mantenerse actualizado.
A pesar de todo esto, es también una profesión que, una vez adquirida la profesionalidad imprescindible para ser traductor freelance, no precisa de grandes capitales.
De hecho, tampoco necesita capitales medios: en comparación con el 90% de los oficios, la inversión es ridículamente baja.
Eso sí, no se te olvide nunca el tetrálogo del buen traductor freelance:
- Formarse
- Llevarse proyectos
- Entregar excelentes traducciones
- Cobrar
¿Te apetece la idea de llegar a ser traductor freelance un día y lo que te toca ahora es aprender idiomas? Echa un ojo aquí pues:
Si te ha gustado la guía, dale al 👍 y comparte en las redes 🌐
Y recuerda:
El hombre es enemigo de lo que ignora. Enseña una lengua y evitarás una guerra. Enseña una cultura y acercarás un pueblo a otro.
[Naïm Boutanos – entre otras cosas, traductor]
Tu consultor lingüístico personal, 🖖
Fabio
Muchas gracias Fabio por compartir tus conocimientos y experiencia. Tus dos artículos son, con mucha diferencia, lo mejor que he leído sobre iniciarse en el mundo de la traducción.
¡Grande Javi!
Gracias a ti por leer los frutos de mi incansable prolijidad 😂
Muy buen artículo Fabio, he aprendido muchísimo conocimiento que me será útil, muchas gracias por todo el tiempo que te tomaste escribiendolo.
¡Grande Alfonso!
Gracias a ti por leer 😀
Hola Fabio,
¡Muchas gracias por tus consejos! Soy licenciada en lengua inglesa. Me gustaría saber si me conviene hacer las materias para recibirme de traductora o hacer un curso de especialización para traducir cierta disciplina ( economía, medicina, finanzas, etc.). Me gustaría traducir medicina. Así mismo, no sabría cómo empezar.
¡Grande Inés!
Creo entender que me escribes de Latinoamérica: no sé si las cosas son diferentes allí, pero aquí en España, ambas opciones podrían estar bien. Lo que marca la diferencia es la aptitud: antes, durante y después de los estudios reglados, trabajar locamente para ser la mejor profesional del sector.
¡Suerte!