
Ey amig@s, hablamos hoy de lo que es trabajar de traductor: una actividad que puede ser muy satisfactoria, a nivel personal y de dinero.
Esta guía es larga, unas 4.000 palabras. Y la siguiente va a contar con otras tantas. 😳
Entiende que no podía hacerla más breve.
Tu vida es importante y el trabajo es una parte demasiado relevante de ella: acortarla hubiera sido una falta de respeto hacia ti.
Ahora, si deseas poner a prueba la traducción, para ver si puede convertirse en una fuente de ingresos y de satisfacción personal para ti, léela.
De lo contrario, siempre estás a tiempo de controlar qué pamplinas han posteado tus amigos de Facebook en las últimas dos horas.
¿Te atreves? ¿Sí?
Entonces, vamos a ver si trabajar de traductor es una opción viable para ti y cómo se puede hacer.
Índice
Trabajar de Traductor: Introducción
Gérard Macé, poeta, crítico y prolífico traductor francés, en su obra maestra Colportage publicada por Gallimard, define la traducción como:
Una galería de murmullos donde se escucharía el eco de las palabras pronunciadas en otro idioma y, la mayoría de las veces, en otra época.
Muy poética la definición, pero acertada.
Trabajar de traductor es trabajar en la sombra: coger palabras de una lengua y trasladarlas a otra, con la mínima pérdida posible. Es una faena ímproba.
Un pez en la higuera: Una historia fabulosa de la traducción, de David Bellos:
Este libro es una pasada. Es un ensayo sobre la importancia de la traducción y de la interpretación, en la historia y hoy en día. Un verdadero page-turner para todo tipo de lector. |
El sentido de una frase ensamblada en un idioma, no está determinado por la suma de sus palabras, sino también por el contexto histórico en que la frase fue escrita y por sus infinitas facetas culturales.
Aclarado esto, el traductor se torturará entre varias opciones.
¿Qué profundad histórica dar a la traducción? ¿Ensalzar las diferencias entre el idioma origen y el idioma meta, o reducirlas? ¿Incluir o excluir la fonética en el proceso?
Recuerdo la primera vez que me topé con una Divina Comedia en español.
Me sorprendió lo mucho que comprendía: en Italia, esta obra se suele leer en el italiano de comienzos del siglo XIV.
Como es harto complicado entenderla, cualquier página contiene un 20% de texto original y un 80% de notas explicativas. El resultado es que mucha gente le tiene manía, porque te pasas todo el tiempo leyendo notas.
La edición que encontré, sin embargo, estaba traducida a un español arcaizante, pero contemporáneo a la vez.
Las notas eran pocas y no cargaban.

Lenguaje, registro, estilo… muchas decisiones implica esto de trabajar de traductor. ¿Fácil?
Hmmm, no.
Cada traductor desarrolla un estilo propio: por esto, no es injusto afirmar que un buen traductor es un creador o co-creador, un artista de pleno derecho.
Si no, pregúntaselo a Cristina Macía, la traductora de las obras de George RR Martin al español: si has leído la saga de Canción De Hielo Y Fuego o visto la serie Juego De Tronos, sabes de qué hablo.
¿Cómo traducir palabras como dire wolf o King’s Landing? Estos se han convertido en huargo y Desembarco del Rey.
Winterfell, sin embargo, en castellano pasó a nombrarse Invernalia, que a algunos de la editorial Gilgamesh se les antojó más adecuado para una marca de edredones que para la capital del norte de Westeros. 😂
Macía también se enfrentó al reto de traducir la heráldica de la saga del inglés al español, lo cual le proporcionó no pocos dolores de cabeza. En fin, lo bueno y lo divertido de trabajar de traductor.
Decir casi lo mismo: La traducción como experiencia, de Umberto Eco:
Monumental ensayo sobre la traducción de un monumental pensador. Cualquiera disfrutará leyéndolo, no solo los traductores en ciernes. |
Está claro que no todos los traductores tienen tanta libertad: traduciendo fichas de muebles para una tienda online, las dudas son menores; pero ahí también, el traductor tiene margen de maniobra.
En el caso de libros y revistas (novela, poesía, ensayo, etc.), pero también en el doblaje, al traductor sería oportuno reconocerle derechos de autor.
No ocurre en todos los países y es una lástima, pero por lo general, no es que los traductores gocen de reconocimiento social. Lo más frecuente es que no conozcamos a ninguno, ni los que traducen o tradujeron las obras maestras.
¿Podrías decirme tú, sin buscar en Google, quién tradujo Stieg Larsson, Dostoevskij, Rousseau o Murakami al español? Ya ves.

Trabajar de Traductor: Requisitos
La pregunta del siglo:
¿Cualquiera puede trabajar de traductor?
Es una de las preguntas que a los traductores más les pone los pelos de punta: por el hecho de que uno maneje dos idiomas, no significa que pueda ser traductor.
Yo como todos los días cinco veces, pero no por esto soy dietista; recolecto aceitunas en la época de cosecha, pero no por esto soy olivicultor; escribo correos electrónicos a diario, pero no por esto soy escritor.
Los que se tiran años sacándose una carrera de Interpretación y Traducción, no son tontos que tienen ganas de perder el tiempo: este es un arte, una ciencia, una disciplina que hay que manejar con responsabilidad.
Hay que hacer un esfuerzo para llegar a ser buenos traductores, y se ha de hacer cuando los idiomas se dominan ya.
En unos países y universidades, durante la carrera te enseñan idiomas en cierta medida; en otros, enseguida van a saco con los conocimientos puros y duros de traducción.
La profesión del traductor e intérprete: claves para dar el salto al mundo laboral, de Meseguer y Rojo:
Buena introducción a ambas profesiones. Muy recomendable para hacerse una idea. |
Sin embargo, no es indispensable contar con un grado en Traducción para trabajar de traductor, por lo menos, no en la mayoría de países. No hay requisitos legales al respecto.
NOTA: de toda esta parrafada que te cuento, está excluido el Traductor Jurado. Para llegar ahí, sí que hay requisitos legales. Hablaré de ello más adelante.
Pero, ¿ayuda o no tener un grado en Traducción? Muchísimo, desde luego.
Un par de puntos que nadie debería obviar son:
- el dominio completo de los idiomas con los que trabajas
- el conocimiento pormenorizado de un par de sectores
#1 El dominio completo de tus idiomas de trabajo
Si quieres trabajar de traductor alemán>español, no sirve con tener un B2 de alemán: ve a por un C2.
En primer lugar, buena parte de tus futuros clientes podrían ser alemanes: si no te expresas de manera nativa o casi, desde luego el encargo se lo van a dar a otro.
En segundo lugar, un B2 es suficiente solo si el resto del mundo no llega ni a eso: es el caso de las lenguas menores, que cuentan con pocos traductores.
Recuerdo casos con lenguas como el mari, el osetio, el amárico, el mandinka.
Acerca del alemán, te aseguro que hay un buen número de traductores con un certificado Goethe-Zertifikat C2.
Mit Erfolg zum Goethe-Zertifikat C2: GDS – Cuaderno de ejercicios y Cuaderno de test + CD:
Uno de los mejores manuales para preparar el examen Goethe-Zertifikat C2 de alemán, diploma de gran utilidad si vas a trabajar de traductor del alemán. |
La traducción humana sale cara, es razonable que empresas y agencias esperen lo máximo de ti.
Si se conformasen con traducciones mediocres, recurrirían a algún programa informático igual de mediocre pero barato.
#2 Ser especialista en un par de sectores
Es primordial. Trabajar de traductor literario no te impide traducir textos jurídicos, pero ¿para qué?
- Te va a costar el triple de tiempo que a un traductor jurídico,
- te va a salir fatal,
- no puedes repercutir a tu cliente el gasto del tiempo extra empleado, y
- para cuando hayas terminado se te habrán ido las ganas de vivir.
Libro de estilo de la Justicia, publicado por el Real Academia Española y el Consejo General del Poder Judicial:
Excelente obra para acercarse al lenguaje jurídico. Hay que ser un poco friki, sí. |
Desarrollar una alta profesionalidad en un campo es la única manera de salir adelante. En dos-tres campos también se puede; de cuatro para arriba, o eres un genio, o no te saldrá igual de bien.
Especializarse cuesta tiempo y dinero; mantenerse al tanto de todo lo que ocurre en tu rama, es igualmente dispendioso.
Si has elegido bien tus especialidaes, con una o dos tendrás suficientes clientes que te proporcionarán suficientes ingresos. ¿Cómo hacerlo?
Pues, supongamos que te gustaría traducir textos médicos. Podrías hacerlo por medio de:
- un máster en Traducción Médica;
- una carrera en la rama sanitaria;
- leyendo y estudiando abundantemente, por tu cuenta.
Lo de la traducción es también un excelente modo de sacarle rentabilidad a recorridos académicos peculiares o inacabados, o a conocimientos adquiridos de forma no reglada.
Scientific and Technical Translation, de Maeve Olohan:
Buen manual para iniciarse a este interesantísimo tipo de traducción. |
He conocido graduados en física que al comenzar la universidad no tenían idea de que les iba a encantar traducir libros y artículos científicos.
Y que se dedicarían a este menester durante el resto de la vida.
Me he topado con traductores médicos que habían llegado allí tras haber cursado unos años de Medicina, o haber acabado la carrera decidiendo que el ejercicio de la profesión no iba con ellos.
Trabajar de Traductor: ¿Hay trabajo?
Sí, en cantidad. Lo hay entre lenguas vecinas y lejanas: de árabe a portugués, de ruso a español, de italiano a alemán, de japonés a francés.
Lo hay entre las lenguas de un mismo país: las traducciones de catalán, valenciano, gallego, euskera a castellano y viceversa son un ejemplo.
O las de gaélico escocés, manés y galés al inglés. Lo hay de inglés irlandés a inglés americano, o de español de España a español de Colombia.
Lo hay de lenguas muertas a lenguas vivas, pero también de lenguas vivas a lenguas muertas (no es broma).
Lo hay de documentos contemporáneos, de textos antiguos, de códigos de leyes, de normativas de la Unión Europea, de material audiovisual. De todo.
Aspectos lingüísticos y técnicos de la traducción audiovisual (TAV), de Juan Pedro Rica Peromingo:
Un libro muy informativo acerca de una rama de la traducción en auge. |
Trabajo hay a espuertas.
Clínicas y hospitales, agencias inmobiliarias, funerarias, supermercados (oh yeah), bufetes de abogados, empresas importadoras y exportadoras, transitarias, productores de bienes industriales, industrias agroalimentarias, agencias de relaciones públicas y marketing, hoteles…
…se me consumarían las yemas de los dedos a fuerza de teclear los sectores en que es posible trabajar de traductor.
Trabajar de Traductor: Cuánto se cobra
Las ganancias de un traductor dependen de miles de factores.
Para quién trabaja: empresa o autónomo.
En una empresa podrías tener ratos para holgazanear en Facebook, pero el sueldo lo deciden ellos por ti. De autónomo, en cambio, the sky is the limit.
Sector: la literaria paga poco, otras ramas pagan más.
Traducir libros infantiles, aun fuese desde el búlgaro, no se paga igual que traducir informes de empresas cotizadas en la bolsa desde el francés.
Horario: de autónomo, no tienes limitaciones de horario (la única limitación es el agotamiento nervioso, que tienes que tener muy en cuenta y lo digo en serio).
Idiomas: combinaciones lingüísticas frecuentes, como inglés>español o italiano>español, te van a generar ingresos menores respecto a chino>español o amárico>español.
Con todo, lograrás probablemente más encargos de inglés>español que de chino>español.
Competencia: los nichos no concurridos pueden dar mucho, mucho dinero. 💰
Los traductores de maltés e irlandés, cuando sendos idiomas entraron en el club de los idiomas oficiales de la Unión Europea, se forraron.
Conozco a personas que en los Ochenta y Noventa, con combinaciones como japonés>italiano o chino>español, cobraban en un mes el sueldo de un administrador delegado.
Hoy en día, con combinaciones lingüísticas no descabelladas ni excesivamente especiales, cobrar entre 1.000 y 2.000 €/mes bruto en España es factible, como autónomo o como empleado, trabajando a jornada completa, siendo un profesional hecho y derecho.
Cobrar entre 2.000 y 3.000 (o más) tampoco es imposible, si te lo curras, tienes una combinación de idiomas codiciada y estás especializado en un área importante.

Trabajar de Traductor: Costes
También debes considerar los gastos de trabajar de traductor, que si trabajas en régimen de autónomo, serán:
- la cuota de autónomo;
- el asesor que lleve las cuentas (podrías prescindir, pero cuidado en no meter la pata);
- el ordenador;
- la conexión a Internet;
- las licencias de los programas informáticos de traducción, si los empleas;
- los costes de formación y actualización: seminarios, libros, revistas, foros, viajes, etc.
O sea, que parece que trabajar de traductor no tiene costes, pero si lo haces bien y sigues las normativas vigentes, costes sí que hay y es recomendable que lo consideres. 💸
Trabajar de Traductor: Estilo de vida
Pues, dependerá del tipo de relación laboral que instaures con tus clientes.
Trabajar de traductor autónomo no es lo mejor para todos, pero como vivimos en la época de la apología del freelancismo, parece que si no quieres trabajar por tu cuenta eres un fracasado y un vago.
Creo más bien que cada tipo de relación laboral encaja para un perfil determinado de personas.
Trabajador por cuenta ajena
Tu único cliente es tu empleador. Decide:
- tus horarios,
- tus días laborales,
- tu salario (en teoría lo negociáis los dos, pero rara vez es así en realidad),
- tu ambiente de trabajo,
- tus tareas cotidianas.
Ventajas:
- la seguridad de un sueldo, por lo general fijo, a final de mes,
- la cotización a la Seguridad Social la pone la empresa según tu salario,
- el derecho a vacaciones, prestación por desempleo, bajas por enfermedad, etc,
- la posibilidad de acceder a proyectos de envergadura,
- las oportunidades de aprender de otros compañeros y de los jefes.
Desventajas:
- si tu empleador es tu único cliente, el día que este se hunda, tú le sigues,
- el salario tiene un techo,
- a la hora de participar en eventos y formación relevante para tu profesión, a tu empleador podría no agradarle tus ausencias,
- si la empresa no tiene suficiente trabajo de lo tuyo, podría derivarte a otras lenguas con las que no has trabajado o darte tareas ajenas a tu profesión, porque evidentemente no puedes estar desfaenado,
- la actividad podría ser monocolor: si trabajas para una empresa que vende enzimas, van a ser enzimas todo el tiempo.

Traductor como trabajo extra
Tienes un empleo principal y lo de traducir supone una actividad a la que dedicas más o menos tiempo, para obtener un ingreso extra.
Ventajas:
- la posibilidad de sacarse un dinerillo,
- actividad enriquecedora, a nivel personal y profesional.
Desventajas:
- a menos que tu trabajo principal no esté relacionado con lo que traduces, te va a suponer mucho más esfuerzo que a un traductor estándar, porque la poca dedicación obstaculiza la acumulación de una masa crítica de experiencia,
- es fácil que te caigan proyectos de poca monta y poco lucrativos.
A diferencia de muchos gurús del se están todos forrando y el único tonto que sigue pobre eres tú, yo no veo el billete ganador de la lotería aquí.
Con todo, trabajar de traductor al margen de otra actividad, sigue siendo una oportunidad para muchos.
Side Hustle. Crea un negocio propio, sin dejar tu trabajo, de Chris Guillabeau:
Guillabeau se ha labrado una merecida reputación de consultor de emprendedores en ciernes. Este libro explica cómo iniciarte al emprendimiento sin arriesgar demasiado. |
Unos puntos que yo tendría en consideración:
- No le tomes el pelo a tus clientes. No prometas tiempos de entrega rápidos si no los puedes cumplir, ni afirmes ser especialista de un sector que ignoras.
- Acota el terreno: si tienes poco tiempo para este trabajo extra, céntrate en un solo idioma y en un solo sector.
- En la medida de lo posible, evita los portales web de traducciones freelance. Solo es una lucha de pobres para repartirse migajas.
Trabajador autónomo
Tus clientes son los que tú (más o menos) decides.
Eres tú el responsable de todo: horarios, días laborales, ganancias, ambiente de trabajo, organización del trabajo.
Ventajas:
- eres el amo y señor de tu oficio. No necesitas consultar con nadie las vacaciones, pedir permisos para hacer recados, aguantar las miradas de desaprobación por haber ido al cuarto de baño dos veces en un día, etc,
- el techo a tus ingresos lo eliges tú,
- puedes trabajar con más clientes y así no estar en la ruina si uno de ellos se va al traste,
- eliges dónde trabajar (más info abajo sobre nómadas digitales),
- te formas cómo, dónde y cuándo quieras.
Desventajas:
- la soledad. Ser autónomo es estar solo, a menos que no vayas a un coworking. Pero de nuevo, el del traductor es un trabajo solitario, por lo cual…
- tienes que buscarte los clientes tú,
- tienes que gestionar todos los asuntos tú: facturación, impuestos, cobros, etc,
- debes crear rutinas de trabajo que te permitan conservar la cordura: organización de trabajo y vida privada, momentos de desconexión, aprender a gestionar varios proyectos a la vez, etc,
- el estrés: no puedes permitirte dejar un correo electrónico de un cliente potencial sin contestar, ni unas pocas horas.
Autónomo Para Dummies, de Roberto González Fontenla:
Una guía para evaluar si lanzarse como autónomo o no. Rehuye el lenguaje jurídico de difícil comprensión para nosotros legos y va al grano. Es el que más me ha servido. |
¿Lo que prefiero yo?
He trabajado mucho, bien en empresas bien por mi cuenta.
Al independizarme, me enfrenté a problemas que no me esperaba, que en realidad son los típicos de quienes se lanzan al fantástico mundo del trabajo autónomo.
Sí: era de los que decía uuuuh esto os pasa a vosotros, pero a mí no me pasará.
En mi caso, no pasé al empleo autónomo por estar desquiciado con lo de trabajar para otros, que es la retórica de los gurús del lánzate que sí que vales y sé tu propio jefe.
Fue más bien una decisión tomada por razones de vida privada: necesitaba flexibilidad horaria y geográfica y me era complicado de lograr de otras formas.
Me fue bien. Muchas cosas me gustaban:
- la faena misma de traductor,
- definir mis propios ritmos de trabajo,
- ahorrarme las dos horas de atascos diarios que antes no podía evitar,
- pegarme mis almuerzos hiperprotéicos que en una empresa hubiera sido difícil manejar,
- librarme de aquellos agujeros negros de productividad que son las oficinas abiertas,
- hacer descansos a mediodía de media hora.
Y más cosas aún; pero como puedes suponer, no todo fueron ganancias.
En la siguiente entrada sobre este tema, te detallaré los rollos macabeos con los que lidié.
Trabajar de Traductor: Instrucciones para el éxito
#1 Elegir los idiomas
Ser traductor financiero de finlandés>yucateco te va a proporcionar menos trabajo que serlo de francés>español, es un hecho.
La elección de los idiomas no es un asunto baladí, sobre todo porque uno suele decidir meterse a traductor cuando ya domina los idiomas.
Sin saberlos, para cuando estés capacitado para traducir, habrán pasado muchos años, y hay combinaciones de idiomas fuertes y otras menos.
Como te decía sobre las especialidades, sigue el mercado con un idioma, por lo menos, y deja que el corazón elija con otro idioma.
Puede apasionarte la literatura griega contemporánea, pero igual la traducción literaria griego>español no te va a permitir comprarte un ático en Marbella.
El fantasma en el libro: La vida en un mundo de traducciones, de Javier Calvo:
Curiosidades, vida diaria de un traductor y anécdotas jugosas: el autor es uno de los traductores literarios más destacados de España. |
En cambio, trabajar de traductor de videojuegos, normativa medioambiental o newsletters de eCommerce, sí que podría alimentarte de forma constante, en un buen número de idiomas.
Mi consejo: si te apasionan los idiomas, métete de lleno ya en aprender uno o dos idiomas. Que tengas 15, 26 ó 44 años, da igual.
Si no llegases posteriormente a trabajar de traductor, obtendrás igualmente un abundante provecho:
- un idioma más para tu profesión y tu currículum
- viajar más fácilmente
- Alzheimer aplazado de unos cuantos años
- más amigos
- más películas, libros, revistas, posibilidades culturales
#2 Limitar el número de idiomas
Hay superdotados – lingüísticos, quiero decir.
No obstante, la mayoría de las personas no pueden dominar igual de bien, a los niveles requeridos para ser un buen traductor, cuatro o cinco o seis idiomas.
Es un error pensar que si añades el japonés al inglés, ruso y turco que ya dominas, irás a ganar más dinero. ¡Podrías! Pero ¿a santo de qué?
Con tres idiomas en activo, ya deberías tener suficiente flujo de trabajo.
Si no lo tienes, igual es que no estás captando a los clientes de la forma adecuada; o los captas bien, pero no los retienes bien; o trabajas fatal, que también es una posibilidad.
Otra cosa sería seguir aprendiendo idiomas porque te gusta: esto lo hacen muchos traductores. El día que hayas alcanzado una fluidez impecable en uno de estos, ¿por qué no plantearse trabajar con él?
Pero el razonamiento detrás es diferente: la inversión en aprender, digamos, polaco, se ubica en el capítulo Aficiones del libro de tu vida, no en el de Mejora Profesional.
Porque mientras tanto, deberás seguir formándote y perfeccionándote en los idiomas que ya manejas.

#3 Poseer títulos oficiales de idiomas
Es una indudable ventaja, bien porque el esfuerzo hecho para conseguirlos te ha permitido notables mejoras, bien porque el mercado te los puede pedir.
Así, si eres polac@ y aspirando a traducir del portugués, obtener el DUPLE, el conocido diploma de nivel C2 de portugués, te ayudaría mucho.
Nativo persa con un C2 Proficiency (el anterior Proficiency CPE del Cambridge) en el bolsillo, te será más fácil acceder a proyectos de traducción.
Siendo italian@ con ambiciones de traducir del español, sacarte el DELE C2, el famoso título de español del Instituto Cervantes, te permitirá destacar.
Repito lo dicho anteriormente: un título oficial de un idioma no te da automáticamente la varita mágica de la traducción.
Es más bien un punto de partida para desarrollar competencias de traductor.
#4 La traducción directa, mejor
En la jerga, la traducción directa es la que se hace desde un idioma de trabajo hacia la lengua materna. Ejemplo: eres dominicano, aprendiste inglés, traduces del inglés al español.
Pero también existe la traducción inversa: español>inglés en lugar de inglés>español.
Se suele trabajar más con la traducción directa por evidentes razones: el texto meta será más claro y el esfuerzo requerido será menor. Entonces, ¿por qué nos podría tocar también la inversa?
En mi caso, porque los clientes con los que trabajo se fían de mí. Me dicen no tener ni el tiempo ni las energías para buscar a más gente de confianza para estas tareas.
Cuando les digo que las tarifas que aplicaría son más elevadas, aceptan (casi) sin rechistar.
Tengo clarísimo que se trata de excepciones: si el volumen de traducciones inversas superase un umbral, sí que se tomarían la molestia de buscar a alguien que lo hiciese por menos pasta.
Scrivere in italiano. Dalla pratica alla teoria, de Fabio Rossi e Fabio Ruggiano:
Gran tomo sobre cómo escribir bien en italiano. Obligatorio para traductores de italiano. |
#5 Tener la personalidad adecuada
No vale cualquiera para trabajar de traductor, no solo por conocimientos, sino también por carácter.
Hay unos cinco rasgos de personalidad que determinan el éxito de un traductor:
- meticulosidad
- curiosidad
- capacidad de concentración
- capacidad de estar sentado durante horas
- capacidad de trabajar en solitario
En caso de no poseerlos, será más difícil ser un buen traductor. Ah, y si se te ve introvertido y poco seguro de ti, te será más difícil cobrar si trabajas de freelance. Es un hecho.
#6 Traducir como último recurso
Traducir no es algo a lo que dedicarse si en esta vida todo te ha fallado.
Ser poliglota ayuda. Hablar danés a nivel C2 ayuda. Ser profesor@ de ruso ayuda. Pero ninguna de estas cosas te da el pase para el mundo de la traducción.
Yo veo luz y colores, pero no por esto soy un buen fotógrafo. Como y bebo, pero no por esto soy un gran cocinero.
Para traducir, fotografiar y cocinar bien, necesito estudios y práctica.
Yo suelo animar a las personas a echarse al ruedo, pero la traducción no es uno de estos entornos en los que es bueno pecar de exceso de autoestima. Las traducciones chapuceras dañan a tu cliente y te dañan a ti.
El intrusismo, para qué negarlo, es uno de los grandes males de esta profesión.
#7 La importancia de las variantes
Varios trabajos requerirán el conocimiento de una variante específica del idioma que sabes.
Inglés australiano, francés canadiense o mismamente español de un país concreto. Doblaje, material escolar, manuales de instrucciones y en muchos otros ámbitos.
Si eres de Guayaquil y el trabajo consiste en traducir un texto del inglés americano al español de Argentina, cuidado.
Manual De Estilo De La Lengua Española, de José Martínez de Sousa:
Probablemente el mejor manual de estilo del español en circulación. |
#8 Al principio, échate al ruedo
Especializarse en un par de sectores es una necesidad, como te decía.
Con todo, al principio lo más sensato es, sencillamente: empezar a traducir. Comienza haciendo lo que encuentras: con el paso del tiempo, verás que hay tipos de traducción y sectores que te gustan más que otros.
He conocido a muchos que querían dedicarse a la traducción de videojuegos, para luego darse cuenta de que se le antojaba aburrido.
Horas y horas pasadas remplazando palabras entre líneas de código.
Muchos pensaban especializarse en traducción económica hasta que han dado con el sector del oil & gas y no lo han abandonado.
Otros que han descubierto que traducir prospectos de medicamentos o informes de la FAO les llena, mientras iban encaminados hacia la traducción audiovisual.
Cuando hayas comprendido cuál es tu ámbito, especialízate ahí, no antes.
#9 Máster o no máster
Si has egresado de una carrera de Interpretación y Traducción, o Lenguas Modernas y Traducción u otra en estas líneas, una buena parte de los profesores y compañeros te dirán que lo mejor es sacarte un máster en una especialidad.
Evidentemente, un máster luce muy bien en un currículum, y aprenderás más sobre tu oficio. Por lo cual, ¿hacerlo? Igual, espera un poco: si tienes dudas, yo primero me pasaría un tiempo trabajando.
Por varias razones:
- Un máster no es el único modo de desarrollar habilidades y adquirir conocimientos (algunos másteres son verdaderos truños, dicho sea de paso).
- Hay cursos más cortos, específicos y baratos que te pueden enseñar mucho también.
- Un máster en, por ejemplo, Traducción Informática te encierra en un sector muy concreto, y debes estar seguro de que no vas a estar hasta el moño de software, hardware y amenidades varias en poco tiempo.
- Si la carrera no te ha gustado, no necesitas seguir por este camino.
No te sepa mal, ni te abandones al desaliento de haber desperdiciado años de tu vida, porque no es así. Hay un montón de puertas que se abren gracias a los idiomas y hay vida más allá de la traducción. 🙂
#10 Aprende ofimática
Tu principal compañero de trabajo va a ser tu ordenador.
Más allá del obligatorio paquete Office, hay una cantidad de herramientas que podrías necesitar en tu día a día:
#1 Programas de TAO o Traducción Asistida por Ordenador: MemoQ, Déjàvu, OmegaT, WordFast, Trados… no son la panacea para cualquier proyecto, pero en varios proyectos sí que son de gran ayuda.
En muchos casos, son indispensables.
Sdl Trados Studio – A Practical Guide, de Andy Walker:
Un manual para aprender a utilizar el programa de TAO más popular. |
#2 Programas de autoedición: QuarkXPress, Adobe InDesign… ten en cuenta que si además de traducir, maquetas, puedes repercutirlo a tus clientes.
A ellos les encantará concentrar más actividades en una sola persona.
Trabajar de traductor: Preguntas frecuentes
P: ¿Puedes ser mi mentor?
R: No.
P: ¿Cómo puedo empezar? ¿Cómo puedo encontrar clientes?
R: Con las indicaciones disponibles en esta guía y en la otra específica sobre traducción por cuenta propia (enlace más abajo). Más consejos que dar, no tengo.
P: Ya tengo estudios y/o experiencia en el sector, pero las empresas quieren experiencia. Pero ¿cómo hago si nadie me contrata?
R: Es una pregunta que recibo mucho. El único consejo que puedo darte es: insiste y algo saldrá. Porque es así.
Verás, estoy a menudo al otro lado, el de los RRHH de las empresas. La queja más frecuente es:
Nada más presentarse a la entrevista, los candidatos aclaran que quieren esta cantidad de dinero, portátil y móvil, flexibilidad horaria… y no nos ha dado ni tiempo de preguntarle si quieren un café.
Y lo puedo confirmar. Lo veo con muchos candidatos, con o sin grado en Traducción, con o sin años de experiencia en el sector.
Resulta difícil que una firma ofrezca un puesto de lujo a un desconocido. Si lo que buscas es un trabajo por cuenta ajena, si uno se presenta ante un empleador de forma constructiva y tiene algo que ofrecer, es cuestión de tiempo antes de que alguien te contrate.
P: Tengo estudios y experiencia pero solo me topo con empleo mal remunerados y condiciones abusivas. ¿Cómo salgo de esta?
Triste realidad. Los que tenemos unas cuantas canas, sabemos que hay entornos en que la explotación es la norma. ¿Soluciones?
- Insistir: si te empeñas en querer trabajar allí, encontrar un empleo satisfactorio te va a costar más.
- Cambiar de país, zona, sector económico.
- Dejar el trabajo por cuenta ajena y montarte algo por tu cuenta (enlace aquí abajo).
Trabajar de Traductor: Conclusiones
Espero que esta guía sobre cómo trabajar de traductor te haya servido.
Es una profesión que no tiene barreras de entrada, por lo general; pero que no por esto es más sencilla.
Si tuviera que resumir lo necesario en pocas palabras, diría:
Leer, estudiar, traducir. Todos los días. 📖 ✍
Que quieras trabajar de traductor en una empresa, en una organización internacional, por tu cuenta o como actividad al margen de otro empleo principal, el mundo está lleno de oportunidades.
Ah: si te apeteciera trabajar por tu cuenta, podrías echar un ojo a esta otra guía:
Si te ha gustado la entrada, dale al 👍 y comparte en las redes 🌐
Como siempre, un fuerte abrazo.
Tu traductor personal,
Fabio
Muy, muy interesante Fabio.
Estoy de acuerdo contigo: puede no ser un trabajo para todos, pero a quien ama las lenguas y le tiene asco al trabajo en equipo (yo entre ellos), le vendría de lujo trbajar como traductor.
¡Gracias consultor!
¡Grande Nagore!
Pues sí, así es 🙂
Sí, pero ¿ cómo empieza alguien sin experiencia? Enviar el currículum a empresas que no te conocen te obliga a competir con traductores de mucha experiencia y buen currículum. Estoy perdida. Hablas de muchos aspectos, pero tratas el tema de empezar como si ya se lo encontrara uno hecho. No es tan fácil.
¡Grande Clemen!
No es fácil, no. Pero igual leer el otro post sobre traducción podría darte unas pistas más.
Googla “Traductor Freelance: Consigue Dinero e Independencia” o búscalo en el blog tal cual.
Suerte 💪
Enhorabuena Fabio, he llegado a tu web por este post, me he leido otros cinco de un tiro, he vuelto a este y lo he releido. No se si tengo futuro de traductora, no conozco a nadie en este oficio, pero estas en lo cierto: debe uno saber si va con su personalidad y gustos ante todo. Algun modo de descubrirlo?
Muchas gracias por todo este trabajo y disculpa la ausencia de tildes.
PD: no puedo no comenzar a aprender italiano ahora tras tus posts. Ya he puesto en el carrito de Amazon ya la mitad de los libros que recomiendas.
¡Grande Arivina!
Guau, parece que estuvierais destinados a encontraros, los idiomas y tú 😀
Una buena manera, así a secas, de entender si uno tiene madera de traductor es esta: haber leído uno de los libros mencionados aquí arriba (u otros del ámbito específico de la traducción), haberlo disfrutado y ansiar leer más como uno ansiaba otro capítulo de Juego de Tronos. Si uno no logra leer durante quince-veinte horas algo sobre traducción, difícil trabajar durante quince-veinte años en el mundo de la traducción.
Pero si hubiese gozo, adelante con los planes traductológicos 🙂
¡Suerte con el italiano!
Excelente post, yo quiero dedicarme a traduccion, pero en el ambito juridico, porque estudie derecho, por lo que quisiera preguntar si sabes como pudiera certificarme o empezar a enfocarme por ese camino.
Gracias.
Hola Danna,
Lo primero que haría yo es hacerme con textos específico de traducción jurídica: adquiere los que te indico en las dos entradas, tómalos de una biblioteca o pasa por alguna sala de lectura de alguna universidad.
Traducir textos legales es distinto de hablar bien el idioma de origen y de ser jurista: te tiene que gustar esta tarea. A mí me encanta la literatura, pero lo de traducirla va poco conmigo.
Luego, lo de “certificarse” dependería de si quieres ser traductor jurado o no, en qué país trabajarías, qué enfoque tendrías tú en la profesión, etc. Muy en general, el ámbito legal suele dar trabajo e ingresos a los traductores.
Gracias por haberte leído ese tochón de entrada y ¡Suerte! 🙂
Hola Fabio! Excelente post!
Empecé a estudiar danés en enero (me encantó tu post sobre el danés también), y ahora me estoy planteando empezar Traducción e Interpretación.
El problema es que no encuentro ninguna universidad o escuela en la que el danés se incluya en las lenguas en las qué se imparte el grado. Todo es inglés, alemán y francés prácticamente. El inglés ya me estaría bien, además que ya tengo bastantes conocimientos.
¿Es interesante que curse uno de estos grados aunque no incluya el danés? ¿Qué otras opciones puedo tener?
¡Muchas gracias!
¡Grande Adrià! El danés arrasa 😀
Verás, estudiar escandinavística, a nivel universitario, fuera de Escandinavia es un rollo macabeo. La universidad de Caen (Francia) oferta grados, así como la de Flensburg (Alemania), el University College de Londres, la de Viena y pocas más. EEUU y Alemania en que se presta más atención a lo que pasa, lingüísticamente, de Dinamarca para arriba. En España, hasta donde yo sé, no hay semejantes estudios, más allá de esporádicos cursillos de pocas horas.
Por lo cual, a menos que no te plantees cursar algo al 100% fuera de España, pocas posibilidades te quedan.
Si no estuvieses por la labor de expatriar ya, una idea podría ser también la de:
1. Empezar un grado en T&I en tu zona en una universidad que tenga convenios para programas de intercambio con Dinamarca;
2. en paralelo, ir haciendo tus pinitos con el danés, por tu cuenta;
3. llegado el momento, ir de Erasmus a Dinamarca y aprovechar para darle el turbo a tu danés;
4. tomar contactos para posteriormente rematar la faena con un máster específico.
Todo esto, claro, si para ti es imprescindible tener el danés como lengua de formación universitaria. De lo contrario, podrías llegar a trabajar con el danés incluso sin formación universitaria. Ojo: no digo que sea menos faena, sino que harías tu labor lejos de facultades.
Held og lykke!
Hola Fabio, ¡muchas gracias por tu excelente post! Lo encontré en Google porque llevo algún tiempo pensando en cambiar de profesión y necesitaba encontrar más información sobre el trabajo de traductor/a.
Verás, soy alemana pero me crié en Galicia. Tras aprobar la selectividad, estudié cinco años en Alemania y luego pasé algún tiempo en Londres. Hace unos años regresé a España y comencé a dar clases de alemán online a través de una plataforma. Trabajo principalmente en alemán, inglés, español y gallego y, algunas veces, en italiano. Mi especialidad, además de las clases online, es la música. Además, he trabajado en el sector del turismo (principalmente en alemán, inglés e italiano) traduciendo, ocasionalmente, presentaciones para espectáculos, actividades, etc.
Ahora me gustaría dar un paso más y dedicarme a la traducción, a ser posible, de forma autónoma. Lo ideal sería realizar unas pocas traducciones mientras continúo con las clases. Así podría ganar experiencia y, cuando llegue el momento, dedicarme a ello a tiempo completo. ¿Crees que es factible? Y, dadas mis circunstancias, ¿qué formación/cursos me recomendarías? Tras leer tu post he llegado a la conclusión de que necesito aprender a utilizar un programa de traducción y mejorar mis habilidades al ordenador en general. ¿Hay alguna cosa más que debería saber o tener en cuenta?
¡Muchas gracias y disculpa tamaño parrafón!
¡Grande Tabea!
¿Tengo más sugerencias de las que he escrito aquí? No 🙂
¿Creo que es factible? Oh yeah 😎 ¿Por qué no debería? Me parece un buen plan.
¡Ya nos vas diciendo! ¡Gracias por leer y mucha suerte!
Gracias por tu respuesta y por los ánimos. Seguiré leyendo tus post para estar al día 🙂
¡Un saludo!
Hola,Fabio,me ha encantado todo lo que dices y me parece muy útil. Estoy a punto de empezar la universidad y tengo claro que quiero estudiar y dedicarme a la traducción y/o interpretación,pero no sé qué combinación de idiomas elegir. Tengo el C1 de inglés y el B1 de francés. ¿Qué me recomiendas?
¡Grande María!
Pues las dos lenguas que mencionas me parecen excelentes, ¿por qué no? Luego, si hay otras que te llaman, pues, valorarás. No hay prisa, tranquila, y esa combinación no tiene pinta de pasar de moda 😉
Gracias por leer 😀