
Ey tú, sé que te gustaría aprender idiomas, pero que antes aún, te agradaría encontrar la mejor forma de organizar tu estudio de los idiomas a 360 grados.
Porque lo has intentado pero te lo has dejado tras alguna semana. Agarraste un par de libros pero sin alguien que te guiase, te sentiste perdido. 😓
Igual te matriculaste en un curso en un arranque de entusiasmo, pero esta maquina apisonasueños que es la vida diaria se llevó las ganas de aprender idiomas.
Aclaremos algo: es posible aprender idiomas, incluso si andas más ocupado que el Secretario General de las Naciones Unidas. 🇺🇳
Una de las claves del éxito, reside en la gestión inteligente de tu tiempo, y empieza por hacer un reality check, ante todo.
Sígueme y veamos si te puedo ayudar a cumplir con tu sueño lingüístico.
Índice
“El estudio de idiomas me hace, pero llevo una vida loca”
Oigo muchas preguntas como estas:
De lunes a sábado no soy persona, ¿cómo voy a poder estudiar italiano?
De las veces que me llega al oído, ya me suena como fuese un mantra. 🕉️
Ya sé que para muchos de nosotros, en un día ordinario, apenas queda tiempo para respirar. Trabajo, casa, familia, mascota, el calentador que no arranca, el impuesto de circulación que ir a pagar… ¿Me lo cuentas o me lo dices? 🤨
Hace años que tengo horarios de trabajo desdibujados, de hacer más horas que un reloj en ciertas épocas, de arrancar la semana como un neumático pinchado.
Contestar a correos un minuto después de levantado con los ojos aún pegados. 😴 Enviar trabajos por la noche cuando estoy tan reventado que mis bostezos amenazan con esguinzarme las mandíbulas.

No me da tiempo a sentarme en el sofá, a pasarme por casa de mi madre, tomarme una copa rápido con mis compis, ¿de qué forma voy a meter en mi agenda el aprender inglés?
De varias formas. Cada uno es como es, pero hay constantes muy constantes en el comportamiento humano.
Lo que te indico aquí abajo me está sirviendo a mí y a un puñado de mis estudiantes: léelo y ponlo en práctica según estimes oportuno.
¿Cómo organizar tu estudio de idiomas? Hay que valorar como toca, ante todo, un punto infravalorado.
#1 Aclara qué significa para ti el estudio de este idioma
Si en una escala de pasión de 1 a 10, en que 1 es el mínimo y el 10 es el máximo de afición, te ubicas por un 2, te va a ser más difícil. Difícil, no imposible.
Cuanto más te acerques al 1, más deberás recurrir a estratagemas y forzarte a encontrar huecos y a estudiar de forma productiva.
Por un 10, evidentemente, no se pondría el problema, porque tu pasión sería tan arrolladora que no podrías quitarte el idioma de encima, ni tuvieses una agenda de monarca. 👑
Los conceptos de motivación intrínseca y extrínseca nos pueden servir.
La intrínseca es la que te viene de dentro. Fuiste a Italia, te enamoraste del lugar, quieres aprender italiano porque no puedes dejar de pensar en ello.
La extrínseca es la que procede del exterior. En el trabajo, ahora se hace necesario aprender portugués. No te dedicaría al estudio de este idioma, de no ser por obligación.
Está claro que la mejor de las dos, es la intrínseca. Te transforma en un buldócer: aprovechas cualquier ocasión para aprender y practicar la lengua.
La extrínseca, te deja con una cara así: 😒
Hay maneras de convertir la motivación extrínseca en intrínseca. Por lo menos, en parte. ¿Te has planteado si este idioma concreto te ha llegado en este momento de la vida por alguna razón?
¿Qué tal si le das una oportunidad? ¿Le concederías unos meses para dejarte sorprender? 🤔
Tengas la vida que tengas, te guste lo que te guste, seguro hay una barbaridad de formas en que el idioma en cuestión se injerte en tu vida de manera satisfactoria. Ya sabes lo que dicen:
Si la vida te da limones 🍋, pide sal 🧂 y tequila. 🍶
Pero el mismo principio vale por los idiomas:

Volveré a hablar sobre el tema.
#2 Reflexiona sobre tu agenda actual
La autobservación hace milagros: te sirve para mejorar la planificación de tu estudio de idiomas como de cualquier otra cosa. Haz el siguiente ejercicio durante, por lo menos, una semana. De lunes a domingo:
Apunta en una libreta todo lo que haces. To-do.
Llévatela por doquier: trabajo, gimnasio, curso de macramé, guardería de los críos, facultad, autobús, consulta del otorrino, paseo con el galgo. Por do-quier. Apunta lo que haces a diario con la mayor cantidad de detalles posible. ✒️
Ejemplo de rutina diaria de un terrícola occidental, cualquiera de nosotros:
- 6h20: despertador. Me ducho.
- 6h40: me hago un café mientras escucho las noticias.
- 7h00: voy a vestirme.
- 7h20: salgo de casa y cojo el coche.
- 7h50: llego al trabajo y aparco.
- 8h00: empiezo a trabajar.
- 10h45: pausa café con compañeros.
- 11h00: retomo el trabajo.
- 13h00: pausa comida.
- 15h00: vuelvo al trabajo.
- 18h00: salgo de la empresa, cojo el coche rumbo escuela.
- 18h45: llego a la escuela de idiomas, charreta rápida con compis revisando algún ejercicio.
- 19h00: clase de idiomas.
- 20h50: se acaba la clase, me piro para casa.
- 21h20: llego a casa, me preparo la cena con mi pareja.
- 21h45: empiezo a cenar, viendo algo de tele y conversando de forma distraída.
- 22h30: friego platos y limpio dientes.
- 22h50: me pongo el pijama y a dormir.
Así, los siete días de la semana, sábado y domingo incluidos. 📅
Te va a servir mucho más que lo que piensas, y no sólo para aprender un idioma, créeme. Tras siete días, vuelve aquí y retoma la lectura de este artículo.
¿Qué tal te fue? A mí, me sorprendió. En serio. 🤯 Había apartados de mi vida en los que empleaba más tiempo de lo que creía. O sea, que hubiera podido hacer las cosas de forma más eficiente.

Vamos: perdía un montón de tiempo. Tener una radiografía de cómo gestionas tu tiempo, te empodera de una forma brutal: no puedes mejorar lo que no mides. ⌚
Y reduciendo el tiempo que inviertes en tonterías, puedes dejar entrar lo que realmente aporta valor a tu vida.
Como la vida es cambiante y líquida, hago el ejercicio por lo menos dos veces al año. Si no lo hago, me he dado cuenta, pierdo fuelle.
Te resumo lo que me pasó cuando hice este ejercicio por primera vez: llevaba dos años cursando francés y chino a la vez, mientras curraba de 8h00 a 18h00. 🇫🇷 🇹🇼
Como ves, salía de casa a las 7h20 y volvía a las 21h30, entre traslados en coche, pausas comida y cursos.
Tenía pareja y… ya sabes, de vez en cuando está bien pasar tiempo juntos, para intercambiar algo más que “Hola qué tal venga que vaya bien adiós”. 🏃♂️ Se imponía hacer algo.
#3 Racionaliza tu agenda
Hecha mi autobservación semanal, me di cuenta de que podía hacerlo mejor.
Robar tiempo al sueño para estudiar más, hubiese sido la respuesta fácil, y… a largo plazo, equivocada. Nunca quites horas al sueño: es la mejor forma de quemarse antes de tiempo. 🔥 Si pasas 16 horas despierto, que cundan estas 16 horas.
Emprendí pues unas cuantas acciones.
Desayunos con los informativos de France TV.
Lo de leer o escuchar las noticias es mi forma habitual de arrancar el día, con un café en la mano.
Tampoco se trata sólo de saber en francés lo que ocurre en Francia: hay servicios y telediarios que cubren la actualidad internacional y tu país, mejor de lo que supondrías. Así, cada mañana arrancaría con un informativo de France TV u de otro canal franchute.
¿Cómo no lo había pensado antes? Qué tonto. 🤦♂️ Veinte minutos por día, de lunes a viernes, son 80 horas en un año.
⏲️ Ochenta horas. ⏲️
Qué mogollón, ¿no? ¿Te parecen muchas? Pues, agárrate que vienen curvas…
Audios en francés en coche.
En el coche, comencé a escuchar audios en francés. Antes, escuchaba música o las noticias en español. Una hora y tres cuartos cada día de coche, de lunes a viernes, son 455 horas de comprensión oral de francés en un año.
⏲️ Cuatrocientos cincuenta y cinco horas. ⏲️
Haberme enterado antes, ufff.
Fun fact: al principio, escuchaba audios de chino. 🇨🇳 Muy pronto, me di cuenta de que requerían demasiada concentración y acababan distrayéndome de la carretera. Mal asunto. ⛐
Pasé al francés.
Chapurrear chino y francés con los compañeros de trabajo.
En frente de la cafetera, en la pausa comida, en las interacciones diaria, en los viajes de empresa.
Es una actividad que te permite adquirir y practicar lenguaje informal y, según mis estimaciones conservadoras, se trataba de 174 horas de charla ligera en un año.
⏲️ Ciento setenta y cuatro horas. ⏲️
Tela, tela…

Usar la pausa comida para el estudio de idiomas
Tenía dos horas de pausa comida. Otras empresas dan hora y media, pero menos que eso, por aquí, no suele haber.
Total, empecé a comer en veinte minutos, café y dientes y limpiar la mesa en diez, lo cual dejaba una hora y media para aprender idiomas. Gané de esta forma 390 horas en un año.
⏲️ Trescientos noventa horas. ⏲️
Suma y sigue.
Material a mano en todo momento para aprovechar tiempos muertos.
Un podcast, un libro, un método. Al margen del día que te he detallado arriba, en esa semana de la autoobservación tuve pocas pérdidas de tiempo, la verdad:
- unas colas en el supermercado, no más de 10 minutos;
- un atasco de tráfico, unos veinte minutos parado;
- quince minutos de espera en el banco,
- dos recados que tuve que hacer andando, por una duración de unos tres cuartos de hora.
Total, una hora y media en los cinco días laborables de la semana. Multiplicando por las 48 semanas laborales del año, son 84 horas.
⏲️ Ochenta y cuatro horas. ⏲️
Summa summarum, esa era mi vida, esas fueron las modificaciones que aporté.
No es que no estudiase, antes, al margen de las clases de idioma que tenía por la tarde. El grueso del estudio me lo dejaba para las pausas comida, la noche y los fines de semana. Por la mañana, me levantaba ya desde hace tiempo una hora antes del desayuno para practicar la escritura china.
Tomar conciencia del empleo de mi tiempo me ayudó a aprovecharlo mejor, tanto que también me dio tiempo a preparar y sacarme el C1 de valenciano. 📜
O sea, mi día se transforma en algo así:
- 6h20: despertador. Me ducho.
- 6h40: me hago un café mientras escucho las noticias en francés.
- 7h00: voy a vestirme.
- 7h20: salgo de casa y cojo el coche, escuchando por el camino un audio en francés.
- 7h50: llego al trabajo y aparco.
- 8h00: empiezo a trabajar.
- 10h45: pausa café con compis, en que aprovecho para practicar chino y francés.
- 11h00: retomo el trabajo.
- 13h00: pausa comida, durante la cual hablo con los compis extranjeros.
- 13h30: vuelvo a mi mesa para hacer deberes.
- 15h00: retomo el trabajo.
- 18h00: salgo de la empresa, cojo el coche rumbo escuela y me pongo el audio de la clase anterior.
- 18h45: llego a la escuela de idiomas, charreta rápida con compis revisando algún ejercicio.
- 19h00: clase de idiomas.
- 20h50: se acaba la clase, me piro para casa, escuchando otro audio por el camino.
- 21h20: llego a casa, me preparo la cena con mi pareja.
- 21h45: empiezo a cenar, viendo algo de tele y conversando de forma distraída.
- 22h30: friego platos y limpio dientes.
- 22h50: me pongo el pijama y a dormir.
Pequeños cambios, a largo plazo, producen efectos notables.
Ahora te toca a ti.
Cuando mis estudiantes hacen este autodiagnóstico, se quedan pasmados ellos también. De repente, se dan cuenta de que desperdician el tiempo de manera horrorosa.
Los más jóvenes, parecen ver por primera vez cuánto tiempo están con el móvil en mano mirando nimiedades. 📱 Los menos jóvenes, se dan cuenta de la asombrosa cantidad de horas pasadas enfrente de la TV.
¡No es que nos pase porque seamos tontos! Es la percepción del tiempo que es engañosa: si no te observas y te mides, no hay forma de que te enteres.
También suele chocar el tiempo que resulta que dedicamos a la compra, a pasear el perro, en los desplazamientos 🚗, etc. La solución no pasa necesariamente por dar tu perrete en adopción o por darte de baja de Prime Video.
Soluciones podrían ser estas:
- Mira un capítulo de la serie que te gusta, uno, en vez de tres seguidos. Y si hay algo en el idioma que quieres aprender, ¡a por ello!;
- ponte un audiolibro chulo en el móvil para cuando vayas a pasear tu fiera. 🐶 Si tienes una vecina belga con un bulldog (como yo) y quieres hablar francés, fíchala y socializa;
- desinstálate Facebook del móvil y llévate un libro graduado para cuando vas con transporte público;
- en lugar de Los 40 Principales 🎵, cuando vas en coche mete un CD de un método Pimsleur;
- si tienes que preparar una torta para la reunión semanal de tu Baking Club, sácate una receta en tu idioma objetivo.
Este es el momento en que los estudiantes más escépticos me sueltan:
Fabio, tienes razón, se ganan muchas horas así.
Pero son “guarniciones”: para aprender como toca, también debes sentarte de verdad, con la cabeza despejada, y darle a saco.
¡Por supuesto! Conozco a personas que en una hora de autobús logra hacer milagros con libros y bloc de notas, pero son excepciones.
Yo no me concentro de la misma forma entre el gentío. Necesito tranquilidad. Y más aún que la paz, necesito otra cosa: planificar.

#4 Planificar tu tiempo de estudio de idiomas
Si tienes una vida de ritmos regulares, podrías no necesitarlo. Entrar y salir de trabajo a la misma hora, partido de pádel y cena cada día según un patrón que viene de lejos: hala, el estudio de idiomas es cosa de seis a ocho de la tarde.
Yo tengo más bien una vida desregulada, en que los hábitos me los tengo que imponer yo. El domingo por la noche, es cuando suelo meter en mi agenda los tiempos en que me pondré a estudiar durante la semana siguiente.
¿Por qué lo hago?
Porque de lo contrario, no me daría ni para el estudio de idiomas, ni para cualquier otra faena. 😂 Porque no siempre tengo ganas, por dejadez, por apartarlo un momento que me ha surgido algo “urgente”…
Programándolo con antelación por escrito, adquiero un compromiso conmigo mismo: es un gran hack, a nivel consciente y subconsciente.
Para un Procrastinador Certificado© como yo, es vital. He perdido la cuenta de las cosas que he dejado de hacer por no programarla; ahora, por lo menos, me pasa muchos menos. 😌
¿Qué hacía antes? Me embarcaba en una aventura, fuese el estudio de idiomas u otra cosa; luego, llegaba un capítulo difícil, no había dormido mucho por la noche, se me comenzaba medio a olvidar por qué había empezado aquello en primer lugar…
Y posponía, posponía, posponía. “Esta noche me pongo”, “mañana lo haré”… Un día, un amigo me pregunta: “¿Qué tal te va el estudio de ese idioma?” Y no recuerdo la última vez que lo tomé en mano.
Uys, ¡que me lo he dejado! 😱
¿Te suena familiar? La disciplina es un superpoder, porque automotivarse es difícil. Cómo hacer, ¿pues?
#5 Cómo motivarse en el estudio de idiomas
Vislumbro tres posibles soluciones, en orden creciente de eficacia.
1) Involucra a un amigo para estudiar idiomas
Emprende tu estudio de idiomas con un amigo, para rendir cuentas el uno al otro. Idealmente, deberíais estudiar los dos el mismo idioma y estar al mismo nivel.
Sin embargo, hay personas que organizan un club de responsabilidad acerca de cualquier cosa. 🔄 Ir al gimnasio, sacarse el carné de conducir, un curso de Excel, aprender euskera.
Por un montón de razones, es poco eficaz.

2) Matricúlate en un curso grupal
No es mi opción favorita, creo haberlo dejado claro en muchas entradas de esta web. Con todo, si logras hacerte con una buena academia, la estructura de un curso presencial de grupo está hecha para arrastrarte.
La escuela y el profesor marcan las pautas, quieres ir con deberes hecho para no quedar en mal lugar ante de los compañeros.
No hay atención personalizada y el curso sigue el ritmo del alumno más atrasado de la clase, pero en fin, una hoja de ruta mediocre es mejor que ninguna. Es más eficaz que el punto 1), pero menos que el siguiente.
3) Recurrir a un tutor
Si se plantea bien, una tutoría lingüística individual es la mejor forma de aprender un idioma. Porque aprendes mucho, con poco desgaste, aprovechando el tiempo a tope.
Hay miles de tutors distintos, con miles de estilos diferentes de tutorí: te digo aquí abajo como lo hago yo.
Tutoría de idiomas con Fabio
Este es mi esquema de trabajo:
- Charla para conocernos.
- Diagnóstico de tu nivel lingüístico.
- Hoja de rutas que dibujamos los dos: horarios y materiales.
- Enseñanza de técnicas de estudio autodidacta.
- Clases y/o supervisiones periódicas.
Es un asesoramiento que puede abarcarlo todo: hay varias formas de declinar estas pautas. Querer refrescar el italiano en vista de un viaje, no es lo mismo que prepararse para la obtención de un certificado oficial.
Estoy enseñando inglés a un agente inmobiliario: le urge. 🏃♂️ Hemos pactado una hora y media de estudio autodidacta cada día y dos sesiones semanales de también una hora y media cada una.
Empezaba de cero. Le he indicado los materiales que debe usar y la técnica de estudio. Luego, le sigo de cerca.
La primera sesión semanal presencial, nos juntamos con libros y libretas. Veo lo que ha aprendido, lo que no, deshacemos los embrollos y le digo cómo seguir.

La segunda, por otra parte, es al 100% práctica. Ejemplos:
- Vamos por la calle y le pido que me describa en inglés el barrio y la ciudad,
- elegimos cortinas y suelos en el Leroy Merlin, ⛏️
- entramos en un piso que tiene en venta y le pido de vendérmelo a mí.
Es el mix adecuado de teoría y práctica, según el objetivo que se ha marcado. Y también estoy tutoreando a Gaëlle, parisina, que se está preparando para el DELE C2 de español. 🇪🇸
Lleva con el español desde el bachiller, vino a España varias veces, lo ha cursado en la universidad, hizo aquí su Erasmus y desea certificarse para ampliar sus posibilidades laborales. Estudia de forma autónoma según las pautas que hemos convenido:
- libros de texto,
- manuales específicos de preparación al examen del Cervantes,
- lecturas variadas,
- redacciones que corrijo.
Una vez la semana quedamos por Skype, dos horas: revisamos el plan, corregimos el rumbo si nos estamos desviando, solucionamos dudas y practicamos el oral.
En su caso, no tiene prisa por sacárselo: cuando se sienta lista, se matriculará al examen. Con todo, sí que le está echando caña. 💪
Asimismo, estoy asesorando acerca del italiano a Marícarmen, profe de plásticas a punto de jubilarse. 🇮🇹
Su hija le regaló unas cuantas clases por su cumpleaños, ya que el italiano le apasiona desde siempre pero nunca había tenido la oportunidad de aprenderlo: tenemos una clase formal por semana: revisamos los deberes dados la semana anterior y vemos otro tema.
Luego, tenemos lo que ella llama, acertadamente, lavoro sul campo: aprender italiano en contextos reales, dos horas a la vez. La semana pasada, fue una vuelta por Bombas Gens (València), más un café para comentar sobre arte contemporáneo y fotografía. 🖼️
La semana anterior, una cata de vinos. La próxima, cocinaremos una polenta según una vieja receta de Le Marche, mi tierra. Nada como aggiungiamo la farina a pioggia e mescola lentamente para memorizar “añade la harina en forma de lluvia y remueve lentamente”. 👩🍳
Resumiendo: el estudio de idiomas, con un tutor, se hace más llevadero y eficiente.
¿Qué puedes YA para mejorar tu gestión del estudio de idiomas?
Varias cosas. Te digo un par. Ante todo, hazte con una agenda como esta:
Vista semanal vertical, planificación también mensual, tapa y papel de calidad.
Diría que es ideal para arrancar con tu autodiagnóstico y para programar tus espacios de estudio semanalmente. Me gusta porque está cuidada y porque, como dije, escribir tu plan semanal te obliga a cumplirlo. ✍️
Luego, te sugiero colgar en tu casa un calendario de pared como este:
La gran, grandísima, enorme ventaja de un calendario anual de pared como este, es que te ayuda a motivarte: ubícalo en un punto de la casa donde sí o sí pases tiempo. La cocina, el salón, el estudio.
Cuando cumplas con un día de trabajo según planeado, marca la casilla del día en el calendario con un X gruesa. ✏️ Y así el día después, y el siguiente, y el siguiente.
Llegado al cuarto día del año, te garantizo que te surge de dentro un deseo feroz de seguir poniendo cruces, así: XXXXX
¿Tontería? Para nada. ¿Qué logra el cansino del búho de Duolingo con esto de mantener la racha, recordatorio tras recordatorio? Hacer que estés enganchado al móvil como un yonqui.
Pues, llenar de XXXXX tu calendario obtiene exactamente esto: engancharte al estudio. Sólo que en este caso, el estudio es eficaz.
Conclusión
Y esto es todo sobre cómo organizar tu estudio de idiomas. Espero que la entrada te haya servido.
He condensado, sin explayarme sobremanera, lo más importante acerca del arte de gestionar este recurso limitado que es el tiempo. Un estudiante me dijo, una vez:
Rular con siempre un libro y una libreta en el bolso, audios en idioma todo el tiempo, y ahora me quito la pausa comida… oye, yo no quiero vivir una vida miserable.
Eh, no hay progreso sin sacrificio. Yo también disfruto tomándomela con calma, a ver si te crees que disfruto con quitarme el tiempo del ganduleo. 🤨
Hasta que no seamos capaces de fabricar el tiempo de la nada, es lo que hay. Decía un sabio:
La disciplina es elegir entre lo que quieres ahora, y lo que más quieres en este mundo.
Y ahora… ¿Quieres dedicarte al estudio de idiomas o… prefieres jugar al Candy Crush? 😀 Espero lo primero. 🤨
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Comparte si te ha gustado la entrada, contáctame si precisas ayuda con tu aventura lingüística y no te rindas nunca. 💪
Si no lo has logrado solo, lo podemos lograr entre dos, ¿no?
Hasta pronto.
Tu organizador lingüístico personal,
Fabio
waw! Genial!! Gracias!!
¡Grande Alex!
De nada, a ti 🙂
Empiezo mañana mismo. Gracias por compartir!
¡Grande Cintya!
Empieza empieza 💪
Agradecido por las sugerencias. Pero, un consejo. Yo entre semamana no puedo porque trabajo. El fin de semana limpio. UN mínimi de vida social la quiero tener. Las vacaciones las decide mi pareja y son destinos amenos pero se escaso interés lingüístico para mí. ¿ÑQué podría hacer? Buenísima la web, enrhorabuna.
¡Grande Raymon!
En mi pueblo vive un vecino, que llamaré Duilio (sobre todo porque es su verdadero nombre). En verano, se queja del calor. En invierno, del frío. En otoño y primavera, ¿adivina?, exacto: de que como no hace ni frío ni calor, no sabe qué ponerse.
Es decir: en la franja temperada del emisfero boreal en la que Duilio vive, no hay un solo día de los 365 del año que a él le satisfaga, en lo que a clima se refiere. ¿Podría ser que tú eres como Duilio, pero en cuanto a organización?
Si así fuese, desduilízate: el problema no radica en tu agenda, sino en tus prioridades.
Haz que los idiomas suban de puesto en tu escala de prioridades. Tal vez puedes contratar a alguien que te ayude con las faenas del hogar, o aprovechar el tiempo de ir y volver al trabajo, o encontrar la forma en que tu pareja también se involucre en tus aventuras lingüísticas. Hay MILES de formas de sacar tiempo y organizarse. Si lees muchas noticias, deja de infoxicarte y agarra un método de idiomas. Si ves una serie por semana en Netflix, repártela en dos semanas e inserta en tu planning media hora de ejercicios cada día.
Lo que cuesta más son los primeros días: una vez afianzado el hábito, el hábito te hará la vida más sencilla.
¡Gracias por los cumplidos! Un fuerte codazo.